Bajo presión y ante la necesidad de una victoria, al Barcelona no le importó dejar de lado temporalmente su estilo de juego de control de balón.
Fue con jugadas a balón detenido que el conjunto rescató un crucial triunfo el fin de semana para retomar el rumbo después de un turbulento inicio de año bajo la dirección del técnico Quique Setién. Lionel Messi aportó tres pases de gol ódos de ellos en jugadas de tiro libreó para que el Barsa viniera de atrás en dos ocasiones para vencer el domingo 3-2 al Real Betis en Sevilla. La victoria permitió al club catalán mantenerse tres puntos debajo del líder de la Liga, Real Madrid, que horas antes había goleado 4-1 al local Osasuna.
Barcelona no abandonó de todo su tradicional juego de posesión, pero pudo meter los goles necesarios en el estadio Benito Villamarín gracias a jugadas planeadas. El equipo perdía 2-1 cuando Messi conectó con Sergio Busquets con un pase al área para el empate justo antes del medio tiempo, y en la segunda mitad fue un remate de cabeza de Clement Lenglet con otro pase cruzado del astro argentino lo que dio a Barcelona la victoria.
“Lo que más me duele es realmente no poder sacar nada y que acabes encajando dos goles con dos faltas de entradas un poco laterales, cuando sabes que el rival te puede hacer goles de otras muchas mil maneras”, lamentó el timonel del Real Betis, Rubi.