La pandemia del COVID-19 ha obligado el cierre de todas las actividades. Esto incluye la de los clubes populares, muchos de los cuales se han sumados a las labores comunitarias que se llevan a cabo en sus respectivas demarcaciones.
Ante las medidas sanitarias adoptadas por el Gobierno para proteger a la población del coronavirus, los clubes populares debieron cerrar sus puertas y enviar a niños, jóvenes y adultos a sus hogares. Esto ocurrió a partir de mediados de marzo pasado y desde entonces los clubes están paralizados.
“Tenemos una gran cantidad de jóvenes que esperan que esto pase pronto. Están desesperados por irse a las canchas”, dice Roberto Ramírez, presidente de la Federación Dominicana de Clubes, quien elogia la labor social que realizan los clubes populares, especialmente en esta capital y la ciudad de Santiago.
Mauricio Báez
El club Mauricio Báez ha sido uno de los más activos en estos tiempos del coronavirus. A través de su fundación Mauricio Báez que preside César Leonardo Heredia Guerra, comenzaron con un proyecto piloto en la barriada de Villa Juana con la colaboración de otras entidades, distribuyendo mascarillas, productos antibacteriales y material informativo, para prevenir el contagio por coronavirus.
También, con la participación de las autoridades se lleva cabo un plan piloto para tomar pruebas y detectar personas afectadas por el Covid-19, dijo el presidente de la Fundación Mauricio Báez, Heredia Guerra.
Esa fundación también ha llevado sus servicios a otras comunidades vecinas, como Villas Agrícolas y el ensanche La Fe. Heredia Guerra también informó que se han estado entregando raciones de alimentos.
“Estamos tratando de ayudar al mayor número de personas posibles, especialmente a las más vulnerables”, comentó Heredia Guerra, quien señala que esas labores se realizan con las Juntas de Vecinos y líderes comunitarios.
José –Boyón- Domínguez, presidente del club Mauricio Báez, también se expresó en iguales términos y corroboró las declaraciones ofrecidas por Heredia Guerra.
San Lázaro
Milton Díaz, presidente del club San Lázaro, habla de la labor comunitaria que ha tenido que hacer el club para asistir a los comunitarios de “Jobo Bonito”.
Díaz precisa que el club se ha unido a la Junta de Vecinos y con comunitarios han distribuidos cientos de raciones entre personas necesitadas, especialmente dirigentes, entrenadores y atletas.
También han aprovechado la pausa en las actividades deportivas causada por el coronavirus para ofrecer
cursos de actualización a sus entrenadores.
Club Bameso
En tanto que Alberto Castro, se queja que pese a que la ayuda que ha llegado al sector no ha sido lo suficiente, el club Bameso no se ha
quedado de brazos cruzados. “Nosotros hemos hecho donaciones a familias necesitadas”, dice y de lo poco que ha recibido del candidato presidencial Luis Abinader y otras contribuciones “ayudamos a nuestros entrenadores”.
Expresa que el Covid-19 “ha sido muy duro para el deporte”, indicando que todas las instalaciones están cerradas, con una población “deseosa de entrar a las canchas”, pero advierte que no se pueden violar las normas establecidas por las autoridades.
María auxiliadora
Rubén Darío Rudesindo, presidente del club María Auxiliadora, pondera el trabajo que ese club ha llevado a cabo en ese sector. “Hemos hecho operativos con las autoridades para limpiar las calles, las alcantarillas y la entrega de raciones alimenticias a algunos entrenadores y distribución de mascarillas entre sus pobladores.
A pesar de que las instalaciones están cerradas, los dirigentes de ese club han estado dando servicios a lo comunitario para prevenir el contagio por el coronavirus.
Mano a mano con el barrio
“Todas las instalaciones de los clubes han sido puestas a disposición de las autoridades y nuestros dirigentes se han sumados a los trabajos en sus sectores”, informa. “También hemos hecho llegar raciones alimenticias que nos han llegados a través del Comité Olímpico y CRESO, así como de otras instituciones públicas y privadas”.