Pedro –El Chinito- Sánchez fue un ídolo dentro del ring, pero en las oficinas donde se decidían los grandes negocios del boxeo era una figura que significaba problema.
Sánchez, de guardia zurda y con golpeos en ráfagas, fue el boxeador más vistoso de su época y admirado por el público que lo añoró desde sus años de niño en los torneos infantiles distritales y en 1983 se colgó una medalla de bronce en el Campeonato Mundial Juvenil que se escenificó en el país con más de 100 países de los cinco continentes, entre otros logros que no impidieron una carrera profesional llena de tropiezos, zancadillas y obstáculos que le impidieron incluso, pelear por la faja mundial.
“Yo reconozco que fallé, no escuchaba a nadie, nunca tuve una gente que me hablara y me condujera mejor en mi carrera profesional”, se arrepiente el exdoble campeón nacional. “Claro, a mí se me trató de dañar la carrera porque tenía grandes diferencias con (Ramón) Pina Acevedo y ahí nació mi desgracia”.
Hablando desde Nueva York con reporteros de LISTIN DIARIO mediante el chat internacional “Amigos del Boxeo”, el doble rey dominicano, de las 140 y 147 libras, explicó que las diferencias con el fenecido excomisionado Pina Acevedo consistían en que entendía que el jurista del área penal manejaba dictatorialmente el boxeo local y no ayudaba a sus compatriotas y si te llamaba a plantearte negocios de boxeo eran bagatelas y si lo rechazaba: “Pobre de ti, pero yo no aceptaba esas cosas porque yo estaba firmado por Don King y tenía instrucciones de no aceptar nada que me propusiera ese señor”.
Avergonzó a Pina
Finalizaba noviembre de 1991 y para cerrar el mes el estelar Pedro Sánchez se mediría al mediocre venezolano David Hidalgo (3-2, 0 KO), en una extraña unión entre los promotores Pedro Julio Evangelista e Irene de Edmon, para presentar un espectáculo en una la discoteca de la zona Oriental.
El doctor Pina Acevedo se aparece a la rueda de prensa y les propuso a los promotores y al propio peleador disputar la corona vacante Continental de la Organización Mundial de Boxeo, que presidia. El ganador podría entrar de inmediato al ranking mundial, al cual ninguno de los dos púgiles había entrado al Top-10. Sánchez se negó al disputar la corona regional y reiteró que no era de su interés porque su manejador Don King le llamaba “entelequia” a la OMB.
“Fue Eddie Mafú quien me ordenó que no lo hiciera, que si yo me estaba volviendo loco y que nunca que no aceptara nada que me propusiera Pina Acevedo”, revela hoy día el expeleador zurdo, quien en una corta actuación de cine fue llamado “Toro Loco”.
Nunca peleó por el título
Sánchez noqueó a Hidalgo en cinco asaltos y en el mejor momento de su carrera elevó su marca a 22-0-2, con 18 triunfos por la vía del cloroformo. Al título continental CMB que conquistó en España en 1990 le adicionó las fajas nacionales welter junior (140 libras) y la de peso welter (147), con dos emocionantes combates destronando a Rafael –La Maravilla- Ortiz y José Rojas en 8 y 5 rounds.
Fue llamado por el CMB a una eliminatoria en el peso welter perdiendo del norteamericano Oba Carr; el dominicano trató de recuperarse de la derrota, pero cayó en una mala racha de 4 reveses que sepultó su carrera sin subir al cuadrilátero tras una corana universal, su marca quedó en 32-6-3, con 21 KOs.
ACUSA Y RESERVA
Prensa en contra.
“Todas esas cosas me perjudicaron porque yo pagué los platos rotos y de aquí se me hizo daño, incluyendo un sector de la prensa”, acusó el exboxeador, pero se reservó los nombres de sus perseguidores.
Bronce en 1983.
En el año de 1983, el peleador zurdo de golpes rápidos, se colgó una medalla de bronce en el Campeonato Mundial Juvenil que se escenificó en el país con más de 100 países de los cinco continentes.