Este mes se cumplen 17 años del momento en que la carrera de David Ortiz comenzó a dar un giro con los Medias Rojas.
A principios de mayo del 2003, el dominicano bateaba apenas .200. Unas semanas después, su promedio había mejorado a .247. Y cuando terminó mayo, estaba bateando .272. Ortiz había entrado a ritmo al bate y no se detendría hasta su retiro como jugador después de la temporada del 2016. Y estaba a punto de cambiar el rumbo de la historia del béisbol como lo hizo un tal Babe Ruth luego de marcharse de Boston e integrarse a los Yankees.
Ortiz no es el mejor bateador que han tenido los Medias Rojas. Esa distinción siempre le pertenecerá a Ted Williams, el último jugador que ha bateado .400.
Pero ningún bateador y ningún jugador ha sido más importante para los Medias Rojas que David Ortiz. Antes de que llegara el quisqueyano, Boston no había ganado un título desde 1918. Ya sabemos lo que han logrado desde entonces. Aunque Ortiz no es el mejor bateador en la historia de Boston y fungió casi exclusivamente como BD, Ortiz es simple y llanamente el jugador más importante en la historia de la franquicia, por lo que hizo a nivel individual y por lo que los Medias Rojas han hecho en el siglo 21.
Vale la pena recordar la carrera de Papi, quien fue quien más hizo para ponerle fin a la Maldición del Bambino y de paso se convirtió en el “Señor Octubre” de Boston. Y en realidad todo comenzó a finales de mayo del 2003. La trayectoria de Ortiz está repleta de datos fascinantes, comenzando con esta: David no se convirtió en titular en Boston del 2003 hasta el 29 de mayo.
Como hizo a Boston abrir ojos
Producción.
En los últimos tres meses de la campaña del 2003, el oriundo de Santo Domingo empalmó 27 cuadrangulares y produjo 101 carreras para terminar en el quinto lugar en la votación para Jugador Más Valioso de la Liga Americana.