La ex judoca Dulce María Piña es de esas atletas que han concretizado sus sueños en el sentido más amplio de la palabra. Desde su niñez fue estudiante, deportista y en la adolescencia comenzó a acariciar el éxito en el plano deportivo, llegando a pisar los más grandes escenarios del deporte mundial y hoy es una madre y abuela que ha cumplido todas sus metas de la vida de una mujer.
A sus 44 años proclama con orgullo “fui estudiante, atleta, esposa y madre”.
Ella cuenta que es una mujer realizada que supo combinar los estudios con su deporte de toda la vida, el judo y su carrera de estudiante hasta lograr graduarse de licenciada en Educación Física en la estatal Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Combinación perfecta
Dulce María Piña había tenido un primer matrimonio que se rompió porque su compañero sentimental de ese momento no era deportista, pero luego casó con Edgar Omar Ramírez Read, un deportista que aún se mantiene activo, con quien ha procreado tres hijas (Lizzy, Luisa Penelope, Omaria Nicole) y parte de una familia de ocho hermanos formado por el matrimonio por Jesús María Piña y Mercedes De Oleo.
“Tener una familia colaboradora y cooperadora me ayudó bastante”, cuenta Piña, quien preside la Comisión Mujer y Deportes del COD. La también inmortal del deporte dominicano recuerda que en su vida como atleta, su madre jugó un papel fundamental, lo mismo que su esposo Edgar que siempre le brindó apoyo.
“Cuando una familia colabora no hay porqué fallar”, expresa con satisfacción Piña y resalta el papel jugado por su madre. “Mí madre fue un eslabón fundamental para que pudiera continuar en el deporte”.
Cuenta que cuando tuvo su primera niña (Lizzy) fue un embarazo inesperado, pero luego de dos meses de haber dado a luz a su primera hija su madre le dijo “te voy a ayudar”.
Así sucedió con sus otras dos hijas, hubo momentos en que tuvo semanas ausente del hogar y su madre era que se hacía cargo.
“De mi familia, tuve buen trato en mí época de atleta”, cuenta con orgullo Piña, quien debe venir ocasionalmente a Santo Domingo a cumplir compromisos con sus deberes en el COD y en su condición de presidenta de la Comisión Mujer y Deportes de ese organismo.
Las emociones
Dulce María Piña ha vivido muchos momentos emocionantes, pero el que más le ha impactado fue cuando fue elegida para la inmortalidad deportiva. “Eso fue un choque de emociones, de muchas emociones”, recuerda la judoca.
No concilió el sueño la noche anterior a su instalación como inmortal. “Tenía una sensación enorme que no puedo describir y esas emociones las compartí con mí familia y luego en el acto con todos mis compañeros”.
Además de madre, Dulce María Piña es una licenciada en educación física, carrera que cursó en la UASD de forma paralela con sus compromisos deportivos. Se graduó en 2004. Posteriormente hizo una maestría en esa alta casa de estudios.
Exhorta a las deportistas de hoy a no dejar de ver el futuro con optimismo, dedicándose por completo a sus deberes y pensar en convertirse en madre en algún momento de la vida, como mujer. “Que sepan conjugar el tiempo de atleta, estudiante, madre y esposa”, sigue diciendo Piña, quien formó una escuela de judo en su natal San Juan de la Maguana que lleva su nombre.
Además de madre, Dulce María Piña es una licenciada en educación física, carrera que cursó en la UASD de forma paralela con sus compromisos deportivos. Se graduó en 2004. Posteriormente hizo una maestría en esa alta casa de estudios.
Exhorta a las deportistas de hoy a no dejar de ver el futuro con optimismo, dedicándose por completo a sus deberes y pensar en convertirse en madre en algún momento de la vida, como mujer. “Que sepan conjugar el tiempo de atleta, estudiante, madre y esposa”, sigue diciendo Piña, quien formó una escuela de judo en su natal San Juan de la Maguana que lleva su nombre.
Dulce Piña, la deportista
Como deportista Piña “quemó” todas las etapas. Fue atleta, entrenadora, árbitro y dirigente (ex presidenta de la Federación Dominicana de Judo y hoy vocal del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Dominicano).
En sus inicios y siendo cinturón blanco, con menos de un año en el judo y de la mano de su entrenador Alejandro Mateo jiménez, ganó medalla de plata en los Juegos Deportivos Nacionales de Moca.
Asistió a 5 JJCC
Medallista.
Participó en cinco ediciones de Juegos Centroamericanos y del Caribe, ganando seis medallas, incluyendo dos de oro, tres de plata y una de bronce.
Piña, nacida en San Juan, donde aún reside, también fue medallista Panamericana. Su última actuación a ese nivel fue en el 2003.