La última vez que Tony La Russa fungió como manager en los playoffs condujo a San Luis al título de la Serie Mundial de 2011.
La Russa se retiró después de ganarlo todo por segunda vez con los Cardenales, pero jamás perdió su amor por octubre.
“Me divierte el sentido de urgencia de estos momentos”, dijo.
Volverá a vivirlo el jueves, cuando los Medias Blancas de Chicago visiten a los Astros de Houston en el primer juego de la serie divisional de la Liga Americana. Estos equipos no chocan en postemporada desde que Chicago barrió la Serie Mundial de 2005.
Los Astros militaban entonces en la Liga Nacional. Y los Medias Blancas no han vuelto a ganar una sola serie de playoffs.
Así que octubre no ha sido muy divertido para Chicago en los últimos años. Ahora ha llegado La Russa, quien incluso celebra su cumpleaños este mes (cumplió 77 el lunes).
Y octubre constituye además uno de los motivos principales por los que La Russa reemplazó a Rick Rentería después de que los Medias Blancas fueron eliminados por Oakland en la primera ronda de los playoffs de 2020.
Por lo tanto, este mes podrá apreciarse la evolución del equipo y el resultado de una decisión por demás arriesgada, que sacó del retiro a La Russa.
Desde luego, Chicago festejó ya el título de la División Central de la Liga Americana, algo que no conseguía desde 2008. Pero lo que viene a continuación es más importante para los jóvenes y talentosos Medias Blancas, quienes confían en la guía del avezado piloto.
“No nos preocupa que los coaches dejen que se les escape el juego”, dijo el cátcher cubano Yasmani Grandal. “Él ya ha estado acá, sabe qué hacer y ha visto muchas situaciones diferentes que pueden surgir… Tiene ahora la experiencia para tomar una decisión cuando sea necesaria”.
Una de esas decisiones será la de definir quién abre el primer juego en Houston: Lance Lynn o Lucas Giolito. La Russa ha dicho que anunciaría su decisión este miércoles.
Contemplaría también a Carlos Rodón, el zurdo elegido al Juego de Estrellas, quien fue aquejado por dolencias en un brazo durante septiembre.
“Realizó buenos lanzamientos ayer y se veía bien hoy”, comentó el manager. “Hasta ahora seguimos considerándolo. Ha dado buenas señales”.
La Russa guió también a Chicago a los playoffs en 1983, cuando cayó ante Mike Boddicker y Baltimore en la Serie de Campeonato. Aquella fue su única aparición en postemporada durante su primera experiencia como manager en las mayores.
Conquistó tres gallardetes de la Americana y la Serie Mundial de 1989 con Oakland, antes de su exitosa gestión de 16 años con San Luis, la cual incluyó tres títulos de la Nacional y otras dos coronaciones en el Clásico de Otoño.