Eran las 9:25 minutos de la noche cuando el recién inmortal dominicano del béisbol, David Ortiz, hizo su entrada a una sala del hotel Intercontinental de esta capital, para dar inicio a una rueda de prensa luego de ser exaltado al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
Vestía pantalón blanco y una camisa que se distinguía por la mezcla de colores llamativos que tenían impregnado su estampado de flores y figuras geométricas, que a la vez hacían contraste con la euforia de todos los presentes en ese momento.
Al dirigirse a los presentes, luego de posicionarse en la mesa de honor, también encabezada por su padre Leo Ortiz, Pedro Martínez y su agente Fernando Cuza, no hubo un instante en que no agradeciera a Dios, a su familia, a sus fanáticos y a todos los que creyeron en él “desde el momento que decidió salir de un barrio” desde muy joven para arribar a un sueño que hoy es hecho realidad.
Entre risas y con una personalidad muy jocosa, el “Big Papi” definió como un honor formar parte de “un grupo elite” compuesto por Pedro Martínez, exaltado en 2015, de quien en varias ocasiones resaltó sus buenos consejos y apoyo incondicional cuando ambos competían en el campo de batalla de la pelota.
Asimismo, destacó que dentro de este mundo no ha conocido a un ser humano más respetuoso que Martínez.
Minutos después, al responder varias interrogantes de los miembros de la prensa, con leves carcajadas y sorprendido por la noticia, el famoso bateador expresó que no había procesado la información y que estaba impactado.
Procedió a mirar levemente a su padre, quien giró su cabeza de ambos lados denotando que también estaba en la misma situación, una fantasía real. Ningunos creía estar viviendo ese momento por la felicidad que embarga sus corazones.
“En verdad es una noticia que no es fácil de procesar, o sea, yo no le había prestado atención a lo que era entrar en la primera vuelta al Salón de la Fama”, dijo entusiasmado haciendo ademanes con su mano derecha reconociendo que le tardará varios días asimilarlo.
Su mayor logro
A pesar de tener 20 años de trayectoria impecable dentro del béisbol, y alcanzar grandes reconocimientos, por ejemplo, como bateador designado tiene el récord de las Ligas Mayores de más cuadrangulares (485) y carreras producidas (1,569) de por vida, el exjugador considera como uno de sus mayores logros las ayudas sociales que se realizan a través de su fundación “David Ortiz Children’s Fund”.
“Al Salón de la Fama no se entra todos los días, es algo único y pasa es una vez en la vida, pero cuando se habla de salvar vidas es otro nivel”, expresó el Big Papi seguido de una pequeña anécdota.
Contó que una vez en una bomba de gasolina un empleado de seguridad del establecimiento corrió hacia donde él y al ver el movimiento “pensó que se había armado un juidero”, sin embargo, el señor se acercó al reconocerlo solo para agradecerle que su fundación le salvó la vida a una de sus nietas.
“Para mi ese es uno de los mayores logros de mi vida, proveer a través de esa fundación. Muchas veces por la situación o la posición que tenemos nos olvidamos que hay mucha gente que necesita ayuda”, resaltó agradecido de poder aportar a los niños menos privilegiados.
Parte más emotiva
Durante todo el transcurso en la rueda de prensa, Ortiz tuvo muchos momentos emotivos, pero el más sensible para él fue al recordar a su madre, luego de responder a una pregunta de una colega.
Sus llantos no se contuvieron al momento de imaginar cómo estaría su madre al recibir la noticia si estuviera físicamente en el encuentro.
“Si mami estuviera aquí, estuviera ahí (en centro de la actividad) bailando, mirando a su pupilo…”, expresó Ortiz con voz fuerte y alegre, pero sin mediar más palabras al terminar la oración por los sentimientos encontrados y las lágrimas que inundaron sus ojos y posteriormente rodaron por sus mejillas.
Una vez su padre lo vio llorar inclinó su cabeza hacia él, lo abrazó con notable orgullo a la vez que David respiró profundo y continuó contestando a las inquietudes de los profesionales de la comunicación y periodismo.
¿Pensó en el Salón de la Fama?
Nunca se había imaginado pertenecer al Salón de la Fama hasta este último año, por todas las controversias negativas que en un momento fueron tendencia en el país e internacional.
“Cuando me retiré decidí no hablar de eso, yo hice lo que tenía que hacer en el terreno. Si a un jugador lo entran en el Salón de la Fama por lo que hace en el terreno dentro de su período y le dan la oportunidad, pasa lo que sucedió hoy, ellos entendían que yo era Salón de la Fama”, confesó resaltando que no tiene el control de las selección y votaciones.
Consejo a la juventud
Sin titubear el exjugador de las Medias Rojas, instó a toda la juventud a “no temer a los procesos” cuando se tracen una meta en sus vidas.
“Los procesos ayudan a darle valor, primero, a las oportunidades y segundo, a que se consigan”, dijo refiriéndose en este último a los frutos monetarios que se pudieran conseguir una vez sean firmados en el caso de la pelota.
De la misma manera motivó a las familias a dar seguimiento a sus hijos una vez le descubran que tiene un talento en especial.
“Un talento solo no navega”, afirmó agregando que cuando lo firmaron tenía su mente bien puesta porque era su padre quien la controlaba y por eso, hoy en día, le respeta como si tuviera la misma edad.
Al finalizar el encuentro muchos de los presentes se abalanzaron pacientemente al exjugador para externarle su afecto y admiración.
Los cientos de fotos tomadas ayer quedarán para la historia del béisbol con una figura que pone el nombre de República Dominicana por todo lo alto.
Élite
David se unió al grupo élite, como lo describió en sus palabras, integrado por Martínez, Juan Marichal (1983) y Vladimir Guerrero (2018).