El impacto que la pandemia del Covid-19 ha tenido sobre el deporte en el país ha sido devastador. Lo dejó en la lona, aturdido, a un tris de noquearlo.
Tan severo fue el golpe, que a partir de ese fatídico 11 de marzo, cuando se hizo oficial la presencia del coronavirus aquí, que todas las actividades del músculo y la mente quedaron suspendidas, tanto las que estaban en proceso como las que vendrían después.
Una por una se fueron cerrando las puertas y apagando las luces de los estadios y demás escenarios.
La tradicional Vuelta Ciclistica Independencia Nacional fue la primera afectada por El importado virus y luego siguieron las ligas de voleibol superior, de futbol, de baloncesto, de softbol e incluso los entrenamientos que realizaban los atletas de varias disciplinas con miras a los Juegos Olímpicos “Tokio 2020”, para sólo citar la competencia más importante de todas.
Por primera vez en mucho tiempo, el pelotón de peloteros dominicanos que juegan en el béisbol organizado de los Estados Unidos, así como en otras ligas como las de Japón, Corea y México, principalmente, pasó un verano en República Dominicana.
La estación de Grandes Ligas, que regularmente, inicia en los primeros días de abril, ese año inició en julio con un calendario de 60 partidos en lugar de los 162.
El Torneo de Béisbol Profesional de República Dominicana fue el único que pudo sobrevivir, pero ajustándose a una nueva realidad, sin la emoción que provoca el público en las gradas y con muñecos en las butacas simulando serlo.
También aquí el calendario sufrió variaciones. De 50 encuentros que debe jugar cada uno de los seis equipos que integran la Lidom, se redujo a 30 y con unas series de medidas de control, distanciamiento, y protocolo impuesto por el Gabinete de Salud, que preside la vicepresidenta Raquel Peña, y el Ministerio de Salud Pública. Este último organismo les hacía pruebas cada cuatro días a los jugadores, técnicos, árbitros, personal de oficina de los conjuntos y hasta a los cronistas que laboraron en las cabinas de transmisión y departamentos de prensa para evitar la propagación del virus.
Que se recuerde, solamente durante las intervenciones militares que realizó Estados Unidos al país en los años de 1916 y 1965, hubo una parálisis total de todas las actividades deportivas.
El Gabinete de Salud, que encabeza vicepresidenta de la República, Raquel Peña, anunció este viernes la flexibilización de las actividades deportivas en todo el país, pero cumpliendo con los requisitos sanitarios establecidos con motivos de la pandemia del coronavirus.
En rueda de prensa realizada en septiembre de 2021 en el Palacio Nacional, Peña informó que “están permitidas las prácticas deportivas, porque sabemos que eso definitivamente ayuda a esta situación de encierro de la población y son necesarias para la salud mental, tanto de los jóvenes como de toda la población”.
Se dispuso nuevas medidas de flexibilización y ampliación de disposiciones sanitarias que se habían establecido en el desarrollo de la actividad deportiva, en el marco de la situación sanitaria en torno al Covid-19.
De esta manera, se autorizó en toda la provincia la presencia en actividades deportivas con hasta 60 personas en lugares cerrados, siempre que las dimensiones del lugar permitan dicho aforo respetando la distancia social obligatoria y 120 personas al aire libre, cumpliendo distanciamiento entre personas de 1.5 mts. y uso obligatorio de barbijo o tapa bocas.
Se autorizó también la presencia de auto espectadores en actividades deportivas sin límite de personas, debiendo permanecer en su vehículo en todo momento y para el caso que la persona descienda del mismo deberá dar estricto cumplimiento a las medidas sanitarias en materia Covid-19.
Como el país ha ido retomando la normalidad se amplió, en principio, el número de asistentes en cada uno de los parques donde se desarrolla “La Pelota Nuestra” a un 50 por ciento en los del interior, y a un 75 por ciento en el Quisqueya Juan Marichal.
El deseo de volver a los estadios explica en gran medida el éxito que en ese sentido tuvo el pasado campeonato de béisbol otoño-invernal dominicano, ganado esta vez por los Gigantes del Cibao, y la Serie del Caribe. En esta última el trofeo de campeón fue levantado por los Caimanes de Barranquilla.