El posicionamiento y el prestigio que tienen Las Reinas del Caribe a nivel mundial, ha sido producto del esfuerzo y el sacrificio de esas muchachas las cuales han asumido la práctica del voleibol como una doctrina para concientizar a las jóvenes del país en el ideal de que el esfuerzo y el sacrificio en aras de la superación son virtudes que rinden sus frutos, engrandeciendo y llenando de gloria al país.
Todos los dominicanos tenemos un legítimo orgullo de esas muchachas, de sus esfuerzos y del empeño como ellas han asumido sus compromisos deportivos, lo que en ocasiones las ha alejado de su familia debido a que han estado fuera del país cumpliendo sus compromisos de representar el país con gallardía y de traerle triunfo tras triunfo a la nación.
Las Reinas del Caribe constituyen una empresa deportiva que no persigue lucros, como deben ser todas las instituciones que trabajan por el deporte. Una empresa que tiene un capitán-gerente que maneja con celos y eficiencia cada uno de los recursos puestos en sus manos, haciendo de tripa corazón, y casi siempre con ingentes sacrificios personales., no solo para que las muchachas brillen, sino para que nuestra bandera pueda flotar, cada vez más altos, en los cielos el mundo.
Me refiero a Cristóbal Marte, este hombre ha tomado el compromiso de encausar a las muchachas y las ha llevado hacia el pináculo del éxito, creando una institución poderosa que ha ido creciendo y fortaleciéndose hasta alcanzar un lugar glorioso con su supremacía en el deporte y por el ejemplo que ha dado a la juventud del país. Cristóbal Marte ha tenido un éxito clamoroso, apoteósico si se quiere, y esos resultados son el producto del esfuerzo y el sacrificio de mucha gente, primero de las muchachas, luego de los entrenadores y demás, quienes han puesto todos sus empeños para que el equipo sea cada vez más grandioso,
Hay una diferencia y una distancia enorme con otras disciplinas deportivas agrupadas n las llamadas federaciones, que si bien es cierto que muchas han realizado un trabajo serio en beneficio de los jóvenes deportistas, otras se han convertido en modus vivientes de los principales directivos, muchos dedican los recursos que reciben del gobierno a satisfacer asuntos personales y no hacen acopios de dinero para atender necesidades básicas de los atletas, los cuales son los verdaderos protagonistas de la acción deportiva.
Muchas federaciones están endeudadas desde hace tiempo con gente humildes que hicieron grandes esfuerzos por reunirles sumas importantes de dinero supuestamente para la compra de utilería y algunos pasajes al exterior, entre otros asuntos, con la promesa de que ese dinero se iba a pagar en pocos meses, muchos al regreso de los atletas, con un supuesto dinero que le haría entrega el Ministerio de Deportes, el Comité Olímpico, y hasta organismos rectores del deporte de aficionados en el mundo. Esos recursos no fueron a parar a favorecer a los atletas, sino en francachelas, dispendios y romerías de los directivos, en su mayor parte.
El honorable presidente Luis Abinader, debe ayudar a esos infelices que creyendo en los rufianes que aún están dirigiendo las federaciones, para lograr que les paguen su dinero, muchos tuvieron que clausurar sus negocitos, de los cuales vivían, abrumados por los compromisos bancarios y con otros acreedores, ya que algunos tuvieron que pagar hipotecas para honrar compromisos financieros con entidades crediticias.
El gobierno tiene la capacidad de avalar prestamos con bancos y que los mismos sean descontados de la subvención, aunque los directivos de las instituciones morosas tengan que dejar de percibir por unos meses el dinero que utilizan ilegalmente porque la ley prohíbe que los dirigentes de las Asociaciones sin Fines de Lucro, reciban pagos por sus servicios.
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