El hotel Majestic Elegance afirmó ayer que la señora Tammy Lawrence-Daley, que habría sido atacada en sus instalaciones, exigió de manera formal, un acuerdo indemnizatorio de 2.2 millones de dólares y que tras no recibir respuesta positiva, divulgó su versión del caso, cuatro meses después de sucedido.
Aseguró en un documento que desde el momento en el que fue reportada la desaparición de la turista estadounidense aplicó con todo rigor el protocolo de seguridad previsto cuando les informan que un huésped está en problemas.
Expuso que según lo declarado por la dama, fue interceptada por un desconocido poco después de las 11: 00 de la noche, pero el señor Christopher Daley, reportó su desaparición, a las 2: 30 de la madrugada, y en pocos minutos iniciaron un operativo de búsqueda en toda la propiedad, y la encontraron a las 6:40 de la mañana, y enseguida avisaron a las autoridades.
Indicó que el hotel asumió la responsabilidad de proveerle todas las atenciones necesarias y que todas sus actuaciones en el caso están documentadas.
La relación del complejo incluye que un empleado encontró a Tammy Lawrence en un área restringida y que llamaron a una ambulancia para llevarla de inmediato al hospital. Consigna que tenía golpes en la cara y una uña del dedo meñique rota.
Según esa versión, no presentaba rasguños ni otras señales de violencia en el cuerpo y llevaba su cartera y teléfono celular, tras lo que avisaron a la Policía, “que en breve acudió”.
Afirma que un personal del hotel permaneció casi todo el tiempo en el hospital para brindarle asistencia y asegurar que sus necesidades fueran atendidas.
“Majestic pagó todos los gastos del hospital y ofreció a la señora Lawrence, a su esposo y a sus compañeros de viaje, una extensión de cortesía de su estadía durante el tiempo necesario para recuperarse y arreglar su salida del país”, dice.
Asevera que a su regreso al hotel le prepararon comidas especiales, ya que tenía dificultades para comer alimentos sólidos y que un delegado de la embajada de Estados Unidos la visitó en el hospital, pero rehusó presentar una acusación, pese a las recomendaciones de las autoridades locales.
Dice que después de su investigación, las autoridades creen que el escenario aún es poco claro, y hay puntos débiles e interrogantes pendientes “en este extraño e inusual caso”.
“No tiene opinión” sobre las supuestas contradicciones detectadas en el relato de la afectada.