La operación bautizada como “Encontrar a Jovenel Moïse” por la oposición haitiana, que reclama la renuncia del presidente del país, terminó el martes de forma repentina cuando el mandatario acudió al Palacio Nacional tras protestas violentas en las que han muerto varias personas.
Los haitianos se habían acostumbrado tanto a no ver a su presidente en persona, en plena crisis política y económica, que su llegada al palacio tomó por sorpresa y apenas había un puñado de personas, que lanzaron piedras a su comitiva. Pese a la rareza de sus apariciones públicas, el asediado líder no ha dado muestras de que vaya a renunciar tras casi un mes de protestas contra la corrupción. La inestabilidad ha disparado la inflación y afectado al abastecimiento de alimentos y gasolina. La oposición convocó otra marcha para el miércoles, prometiendo paralizar de nuevo la capital haitiana y las poblaciones cercanas si el mandatario no renuncia. Conforme se alarga el pulso, los haitianos se preguntan quién cederá primero: los manifestantes o el presidente.
Bloquea ayuda.- La crisis que vive Haitíestá teniendo un importante impacto negativo en hospitales, orfanatos y escuelas, advirtió este miércoles la ONU. Según el portavoz Stéphane Dujarric, los incidentes de seguridad y los cierres de carreteras han afectado a programas humanitarios.