Los casi siete años que lleva la reconstrucción del Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez constituyen un tiempo bastante largo y desesperante para los miles de pacientes del Cibao que buscan servicios de salud.
Desde que se iniciaron los trabajos, en el año 2013, para corregir fallos estructurales, levantar un nuevo edificio con parqueo soterrado, que debió estar listo en diciembre de 2015, son muchas las excusas por el atraso de la obra, mientras las promesas se repiten ante cada queja ciudadana o presencia de la prensa.
De la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), entidad dirigida por Francisco Pagán Rodríguez, que tiene a su cargo la obra, ha trascendido que en los trabajos de reconstrucción del hospital Cabral y Báez el Gobierno central invertiría más de RD$3 mil millones.
En junio de 2017 Pagán Rodríguez dijo que la obra estaba avanzada en un 75 por ciento y que sería entregada a finales de ese mismo año.
Han transcurrido dos años y cinco meses desde entonces y todo sigue igual.
“Entendemos que a finales de este año estaremos entregando este hospital, que será el más moderno y actualizado en cuanto a tecnología y servicios para los pacientes”, subrayó Pagán Rodríguez al encabezar en aquella ocasión un recorrido por las principales áreas junto a las autoridades del hospital, la gobernadora provincial y del Ministerio de Salud Pública en la zona Norte.
El funcionario justificó entonces el retraso de los trabajos sobre la base de que hubo que hacer un rediseño y adecuar los mismos a las nuevas normas antisismos que exigen los organismos internacionales en las construcciones públicas y de la salud, entre ellos la Oficina Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización Mundial de la Salud.
También, en agosto del año 2017, el director del Hospital José María Cabral y Báez pidió paciencia a los ciudadanos.
Un año después, el funcionario destacó los avances en los trabajos de reconstrucción.
Para el mes de marzo de este año 2019, se trabajaba en el ala oeste del centro hospitalario.
Un mes antes, en febrero, los galenos amenazaron con paralizar las labores por la tardanza de la remodelación del hospital.
Inconformidad. Para José Vargas y Verónica Álvarez, acudir al hospital José María Cabral y Báez resulta complicado, tras asegurar que deben esperar demasiado por una consulta, debido a las dificultades en algunas áreas por el proceso de reconstrucción.
“Yo vengo con un problema de la columna vertebral y una cita me la ponen en dos y tres meses. Eso es un serio problema para mí que vivo aquí en Nibaje. Imagínate para los pacientes que vienen de otros pueblos de la región del Cibao”, afirmó José Vargas.
Los pacientes que asisten con frecuencia al centro de salud público más importante de la zona Norte lo hacen porque carecen de recursos económicos para dirigirse a una clínica privada.
Ellos aprueban la calidad y la voluntad de los médicos para el cuidado de su salud, pero les resulta tedioso ir a consulta en medio de escombros y áreas restringidas por los trabajos de reconstrucción.
Solicitud de la oposición. El diputado del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Robinson Díaz, solicitó hace dos años al presidente Danilo Medina que declarara de prioridad la terminación y equipamiento del hospital José María Cabral y Báez, por considerar que este centro no tenía en ese momento las más mínimas condiciones para ofrecer servicios de salud a los pacientes.
Mediante un proyecto de resolución dirigido a la entonces presidente de la Cámara de Diputados, Lucía Medina, el congresista dijo que el estado deplorable del Cabral y Báez obstaculiza el buen funcionamiento del Sistema de Emergencia y Seguridad 9-1-1, para Santiago y la zona Norte.