El subsecretario del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, Marshall Billingslea, se reunió recientemente con el presidente Danilo Medina y entre otros temas trató el caso del narcotraficante César Emilio Peralta o “César El Abusador”, quien se encuentra recluido en una cárcel colombiana desde diciembre, donde espera su extradición hacia el suelo estadounidense.
Marshall Billingslea declaró que desea continuar trabajando junto al Gobierno dominicano para tomar medidas contra delincuentes como César El Abusador, a quien la OFAC designó como narcotraficante en agosto de 2019. “El Departamento del Tesoro se compromete a expandir su relación con las autoridades de República Dominicana para detener el lavado de dinero generado por el tráfico de drogas, la trata de personas y la corrupción”, indicó el funcionario norteamericano en sus declaraciones.
Además, Billingslea dijo que también conversó con el presidente Medina sobre una serie de amenazas financieras ilícitas mundiales, las cuales fueron identificadas en conjunto de manera concreta para fortalecer la cooperación entre ambas naciones.
Sobre el tema de Venezuela, el Subsecretario del Departamento del Tesoro estadounidense manifestó su interés de poder “trabajar con la República Dominicana y países de toda la región para apoyar al pueblo venezolano en sus esfuerzos por restaurar la democracia, apoyar a la Asamblea Nacional de Venezuela y al presidente interino Juan Guaidó, y responsabilizar al régimen corrupto y represivo de Nicolás Maduro”.
Cayó el capo
El pasado 2 de diciembre, autoridades colombianas capturaron en Cartagena, Colombia, al narcotraficante César Emilio Peralta.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) había ofrecido ofreció 100 mil dólares por su captura, tras ser reportado como prófugo de la justicia dominicana.
Informes indicaban que César El Abusador se inició en el narcotráfico en 1997.
ACUSACIONES
Una trayectoria criminal
Narcotráfico. Entre las acusaciones presentadas en la solicitud de extradición está: “Asociación delictuosa para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, con la intención, sabiendo o teniendo motivos para creer razonablemente que tal sustancia controlada sería importada ilegalmente hacia Estados Unidos”.