SANTO DOMINGO. El proceso de selección de los candidatos a cargos electivos para las elecciones del 2020 será complejo en los principales partidos políticos, no solo por el tipo de primarias a utilizar, sino por las confrontaciones que se vaticina que se registrarán entre los competidores.
Las fricciones vendrían a generarse entre los postulantes que están en el cargo y quieren quedarse y los aspirantes que buscan la candidatura.
Esos factores, sumados a la falta de arbitraje interno de los partidos, la desconfianza en la dirigencia al momento de la toma de decisiones y la manipulación por parte de la cúpula partidaria, vendrían a propiciar la judicialización de los conflictos políticos. El diagnóstico lo hicieron ayer los politólogos Rosario Espinal y Rafael Toribio, al analizar el tema “Judicialización de los conflictos de los partidos políticos”, durante el primer congreso Justicia Electoral y Valores Democráticos, organizado por el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Espinal precisó que tras la escogencia de los candidatos se tendrá una mejor idea de lo que va a ocurrir en las organizaciones políticas, pues a partir de la Ley de Partidos el escenario es nuevo y diferente.
Aunque en principio dijo no saber cómo responder la pregunta de si las primarias traerían más conflictos, aseveró: “Va a haber una fuerte confrontación entre las personas que están en puestos electivos y no se quieren ir, y las personas que quieren acceder a candidaturas y no han podido acceder a esas candidaturas, sobre todo en los partidos con mayores posibilidades de triunfar”.
La politóloga destacó que hay una lucha muy fuerte por las candidaturas tanto en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), como en las demás fuerzas políticas.
“Hay una lucha feroz entre los dirigentes partidarios para acceder a las candidaturas y ahí se produce una lucha muy fuerte”, afirmó y seguidamente agregó el factor de la cuota de la mujer en los conflictos, pues lleva a los partidos a otorgar un porcentaje de los cargos.
A su juicio, se esperarán más conflictos y trabajo para las instancias judiciales que manejan los casos, porque dada la situación política en que se encuentra el país no hay otra alternativa.
Toribio aseguró que la incompetencia manifiesta de los partidos políticos de resolver sus problemas internos pudiera deberse, en parte, a la desaparición de los grandes líderes históricos que estuvieron detrás de los principales partidos, quienes con su liderazgo resolvían cualquier situación.
Destacó que la incapacidad de armonizar entre los partidos se acrecienta cuando se trata de seleccionar las candidaturas, sobre todo a nivel presidencial.
“A falta de líderes históricos que resolvían los problemas, además de eso hay diferencias internas profundas, y las instituciones dentro de los partidos también han sido permeadas por las tendencias internas y ya no dirimen los problemas internos, sino que forman parte de ellos”, refirió.
El experto favoreció que las situaciones de los partidos que no se resuelvan internamente sean resueltas de manera externa en procura de lograr algún tipo de salida.
Sin embargo, sostiene que en los casos resueltos por la Justicia solo una de las partes tiene la razón; “una gana y la otra pierde, mientras que en una solución política (acuerdo) ambas partes tienen algo de ganancia”, apuntó.
Subrayó que por la falta de arbitraje por lo menos 3 de los 4 partidos tradicionales de la República Dominicana se encuentran en graves situaciones, al no poder resolver sus diferencias internas y tener que recurrir a un tribunal.
Los politólogos fueron panelistas del congreso “La competencia de los órganos contenciosos electorales”, organizado por el TSE, que contó con la moderación de su presidente Román Jáquez. También participaron: Wilfredo Penco, vicepresidente de la Corte Electoral de Uruguay y Mónica Rodríguez Ayala, expresidenta del Tribunal Contencioso Electoral de Ecuador, entre otros.
Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente de Finjus, consideró necesario que el país se aboque a una discusión seria en torno al contenido de la Ley Electoral. “Si tenemos un sistema de consecuencias fuerte, será más difícil que el ejercicio político y el régimen electoral sean golpeados por el clientelismo y las arbitrariedades”, manifestó.