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sábado, noviembre 23, 2024

Catilinaria a Jaime David y a Rafael Alburquerque (OPINION)

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1 – Interrumpo transitoriamente la serie de textos que dan cuerpo a mi ensayo titulado “Fidel entre los libertadores de América y el mundo”, para en nombre de mi sufrido pueblo dar contesta a las falacias que han propalado en sendas cartas públicas Jaime David Fernández Mirabal y de Rafael Alburquerque. Ellos han intercambiado misivas al calor de la lucha que están escenificando los verdes y morados por la nominación presidencial entre Leonel Fernández y Abel Martínez con vista a las elecciones a celebrarse el próximo 18 de mayo.

2 – En esta lucha por el poder, Jaime David le solicita a Leonel que renuncie a sus aspiraciones y que pase a apoyar a Abel Martínez, alegando “la necesidad de que una nueva generación política asuma la responsabilidad del gobierno de la nación.

Jaime David Fernández Mirabal.

3 – En esa carta, Jaime David argumenta su solicitud exponiendo su preocupación por el deterioro a que ha llegado la democracia en el gobierno de Luis Abinader, y por el cansancio y déficit de credibilidad del pueblo hacia sus políticos – lo que según él – es evidenciado en el proceso electoral que acaba de pasar, en el que primó un notorio transfuguismo de muchos y la desvergüenza de un gobierno que no esconde sus inclinaciones autocráticas, que con tal de mantenerse en el poder, compra voluntades y abstenciones electorales, sin la menor pizca de vergüenza y recato. Estas desviaciones morales, – deja entrever Jaime David – ha sembrado la percepción de que todos los políticos se venden, y que venderse no es nada.

4 – En su carta a Leonel, Jaime David resalta literal e implícitamente su orgullo de ser de la generación de hombres y mujeres formados en los valores democráticos, cívicos y morales de Juan Bosh y en la necesidad de que una nueva generación política asuma la responsabilidad del gobierno de la República liderada por Abel Martínez, quien tiene todas las condiciones patrióticas y académicas para dirigir ese nuevo liderazgo y la nación.

5 – En respuesta a esa petición de Jaime David a Leonel, le salió Rafael Alburquerque, para solicitarle lo contrario. ¡Que sea Abel, quien apoye a Leonel!

6 – En este “carteo”, los políticos aludidos, además de confesarse discípulos de Juan Bosch, también recrean la ascendencia antitrujillista de ellos: “Tú y yo – le escribe Rafael Alburquerque a Jaime David – tenemos en común haber nacido y crecido en una familia que luchó contra la tiranía de Trujillo; ambos sufrimos desde pequeños los rigores de ver a nuestros mayores perseguidos, encarcelados, torturados y, en tu caso, asesinados, como lo fueron tus heroicas tías, las hermanas Mirabal”.

7 – Tú y yo, remata Alburquerque – tenemos en común haber sido formados políticamente por el profesor Juan Bosch, el maestro que nos enseñó la dignidad y el decoro en la política, que nos dejó como ejemplo su vida ejemplar, que nos inculcó el servicio a la Patria y la defensa a los hombres y mujeres de nuestro pueblo, de aquellos a los que él llamó los “hijos de machepa”.

8 – Hoy, nuestra patria, que atraviesa por grandes dificultades – continúa Alburquerque – necesita con urgencia que la oposición se una bajo un solo liderazgo capaz de enfrentar los grandes males ocasionados al país por el gobierno incapaz de Luis Abinader, para emprender de nuevo el camino de las transformaciones y el progreso. Por tanto, apreciado Jaime David, necesitamos la experiencia, la madurez, la inteligencia y capacidad de un líder probado, de un conductor de pueblo que ya haya demostrado que sabe respetar y fortalecer la democracia y gobernar en beneficio de las mayorías.

9 – Querido Jaime, digamos a nuestro pueblo que dejamos a un lado los intereses partidarios; que nosotros, al igual que José Martí y Juan Bosch creemos que la patria no es pedestal, sino ara, en consecuencia, ante la demanda de sacrificio de la nación de sus mejores hijos, actuemos unidos para recuperar el poder llevando como candidato presidencial a Leonel Fernández en las próximas elecciones de mayo.

La generación canalla: una generación de víboras, de asociación de malhechores, de peligrosos bandidos, una pandilla de perversos, una camada de delincuentes desvergonzados, un sindicato de demonios, un aquelarre de ladrones, una colegiatura de satánicos, una saga de virilidad dudosa, alumnos de Alibaba, casta impía, enemiga de Dios, de su hijo Jesucristo, de todos los santos, de ángeles y arcángeles y de sus congéneres en pobreza. En fin, todo un conglomerado de energúmenos
10 – “La generación canalla”, es el título de un artículo que publicó Luis R. Santos el 13 de julio de 2022, por el prestigioso diario almomento.net. En ese texto su autor señala, que la generación peledeista hundió a la sociedad dominicana en una profunda crisis moral que nos tomará mucho tiempo, sudor y lágrimas superarla. Y especifica, que canalla es todo aquel ser ruin, despreciable y abominable, con la desventaja, que refiriéndonos a los peledeistas, nos quedaríamos cortos con esos calificativos.

Leonel Fernández

11 – En ese artículo, su autor señala, que esa generación de canallas, no tiene la más mínima pizca de vergüenza, de honestidad y escrúpulos. Sus integrantes se pasean por doquier exhibiendo descaradamente sus riquezas mal habidas, y con gran desparpajo piensan y hablan de patriotismo, decoro, decencia y moralidad, como si ellos fueran los bochistas que proclaman ser.

12 – Esta generación canalla, apuntala Luis R Santos, anda intentando retomar el poder. Cínicamente proclaman, acabar con los males que ellos mismos crearon o ayudaron a aumentar enormemente. Y hablan con el desparpajo de los santos inocentes; y piensan que pueden sacar ventajas de una crisis que crearon ellos, con la agravante, que esta sería mucho más grave, si ellos estuvieran al mando de la cosa pública, porque hubiesen seguido depredando las arcas públicas a manos llenas, como solo ellos, obscenamente lo han hecho.

13 – Hasta ahora no hay rumores, ni sospechas, ni dudas sobre la integridad de Jaime David Fernández y Rafael Alburquerque. A ninguno de ellos dos se les ha asociado con el latrocinio en que incurrió el grueso de la cúpula peledeísta; en cambio, son abrumadoras las evidencias del saqueo al erario de los personajes que ellos pretenden llevar al poder para dirigir el destino de la República. Ni Abel ni Leonel pueden demostrar que las fortunas que poseen, fueron adquiridas honestamente.

14 – Ante los crímenes de lesa patria cometidos por Leonel y Abel contra nuestra República Dominicana, califico de profanación a la memoria de Bosch y de burlas al pueblo, los argumentos falaces con que Jaime David Fernández y Rafael Alburquerque, conceptualizan sus apoyos para presidente a esas dos figuras, que para todo hombre de bien. son execrables. No es verdad que la cúpula del peledeísmo (hoy verdes y morados) quieren volver al poder, unos con Leonel y otros con Abel para encabezar un gobierno donde la corrupción y la impunidad y el manejo pulcro de la cosa pública sea la matriz de un programa gobierno encabezado por uno de ellos. No es verdad que la cúpula peledeistas, particularmente Leonel y Abel, respondan a la doctrina boschista, cuando ha sido todo lo contrario, por lo que esta reputación que se le quiere atribuir a esas dos figuras icónicas de la corrupción, conforma una profanación a la memoria de Bosh y una burla al pueblo al pueblo dominicano, principalmente a los peledeistas de a pie, que cifraron en ellos sus esperanzas para un mejor país.

15 – Es lamentable y macabro, exaltar a Abel Martínez y a Leonel Fernández como discípulos leales a las enseñanzas de Bosch, y presentarlos en este momento como la mejor opción que tienen las masas para la presidencia de la República. Estos sofismas, elaborados maquiavélicamente, con alusión a la dignidad y el decoro en la política, con la pretensión de seguir engatusando a nuestro pueblo, son una infamia y una cordillera de impudicia, cuando sabemos, que todos ellos hicieron de los bienes públicos una piñata que apalearon hasta más no poder. Esas comparaciones discordantes con la realidad histórica, resultan indignantes y con sabor a burlas, a hiel y a traición; y para el conglomerado decente y pensante de la República, vienen a ser una ofensa a la inteligencia y una afrenta a la dignidad nacional.

16 – Leonel y Abel, son unos sin juicio, sin corazón y corruptos, que han atentado contra la salud de la patria. En consecuencia, quien o quienes propugnan por la presidencia para uno de ellos dos, se mancha de ignominias, procura baldones, se enloda y daña su reputación, y pone en duda su integridad y honorabilidad. Hacer esfuerzos para convencer a nuestro pueblo de las bonanzas de una presidencia con Leonel o Abel, a la luz del largo y grueso prontuario delictivo de ellos, implica una solemne vagabundería y una conspiración depravada contra los intereses de la patria. El hombre o mujer que apoye tales aspiraciones presidenciales, no se respeta a sí mismo, ni ama su patria, y si lo hace un erudito, entonces, este apoyo se traduce en miseria espiritual, en inmoralidad y en serias limitaciones cognoscitivas y hasta en insania mental de quien o quienes se presten al quehacer de la concretización de semejante abyección.

17 – En torno a esta catilinaria, invito a Jaime David Mirabal y a Rafael Alburquerque a reflexionar profunda y seriamente sobre las virtudes que ellos atribuyen a las candidaturas presidenciales que proponen al pueblo. Por igual, les sugiero meditar en el “aposento alto” en torno a este tema con fines de rectificación sobre sus militancias políticas, las cuales no se corresponden con el linaje heroico de sus antepasados, puesto que estoy seguro, que si la hermanas Mirabal y Manolo Tavares Justo estuvieran vivos, jamás apoyarían las candidaturas de semejantes esperpentos políticos, ni serían integrantes de la generación canalla que ha sido la cúpula del peledeísmo, ni serían militantes de un partido que moralmente ha colapsado. Tampoco estarían contestes con esta obscenidad, los ascendientes antitrujillistas de Rafael Alburquerque, al tenor, de que el peledeísmo ha sido un parto desafortunado en la historia del pueblo dominicano, al engendrar un monstruo (un Frankenstein), que por el bien de la patria, tenemos que aniquilar.

18- Don Juan, decepcionado, debe estar retorciéndose en su tumba al ver el envilecimiento exponencial al que han llegado sus discípulos y el partido, que él, y un grupo de dominicanos ilustres crearon contra vientos y mareas, con sangre, sudor y lágrimas, con luchas y sacrificios inauditos y con amor por una causa patriótica, que prometió, al igual que Juan Pablo Duarte, y demás independentistas y restauradores, la redención de los pobres, construyendo un país más justo e igualitario para todos. Así fue cooptado, bajo el liderazgo de Bosch, un pueblo que asumió el nombre de peledeísta. Posteriormente, el poder corrompió a los dirigentes que suplantaron a Bosch.

19 – Los egos, la concupiscencia, la vanidad, las ansias de poder y dinero, consumieron las raíces y ramas ideológicas de este partido, y le devino la muerte, y de paso, han hecho pasar a nuestro país por un calvario, con sus robos y corrupción generalizada, quiebra de la institucionalidad del país y del sistema de justicia para imponer la impunidad a sus desmanes. En ese entierro de la patria, tienen velas Leonel, Danilo, Abel y todos los dirigentes de la cúpula del peledeísmo. Entonces, ¿cómo es posible, que ahora todos esos verdugos quieran venir a revivir a un país que han apuñalado en sus entrañas? ¿No es esto, irracional? Todos estos verdugos son fósiles políticos, que terminarán en el zafacón de la historia, y lógicamente, en la otra dimensión de la vida, les espera el castigo correspondiente a las almas malvadas. Tantas malevolencias, tienen consecuencias. La impunidad, no existe en el universo.
El que tenga oídos, que oiga…

MIGUEL ESPAILLAT

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