POR FRANCIS JAVIER
Las encuestas de campo realizadas por los partidarios del gobierno, la oposición política y grupos empresariales arrojaron el triunfo del presidente Luis Abinader en la contienda electoral que acaba de finalizar.
Durante gran parte de estos tres años el presidente de la República construyó una narrativa sobre el combate a la corrupción, transparencia en el manejo de los fondos públicos, persecución a organizaciones criminales, jefes de bandas, justicia independiente, estabilidad política, económica y defensa de la nacionalidad.
Ese mensaje manejado por sus asesores de comunicación impactó positivamente en una gran parte de la población que votó mayoritariamente por el presidente Luis Abinader.
Con el control de todos los estamentos del estado, incluyendo el poder municipal, Abinader se convierte en el presidente de la República más poderoso en la historia democrática de la nación.
La responsabilidad es mucha en una sociedad que reclama urgentes transformaciones que nos conviertan en un país con mayor equidad y justicia social.
Demás está decir que en esta tarea ciclópea de transformación y revolución social necesita el presidente Abinader el concurso de todos los dominicanos gobernantes, gobernados, oficialistas y oposición política.
La unidad de los dominicanos es necesaria para dar más equidad y justicia social a República Dominicana.
Los retos que se avizoran en el panorama nacional requieren del concurso de todos, sin excepción, porque los acontecimientos por venir pondrán a prueba el consenso de los sectores económicos, políticos y sociales que interactúan en la sociedad dominicana.
El interés nacional siempre debe estar por encima del interés particular, eso se ha escrito y pronunciado mucho, es hora de ponerlo en práctica.