SANTO DOMINGO. – El historiador Manuel Núñez afirmó que el empleo de soldados privados en Haití era inevitable y la única salida posible al conflicto en ese país.
Sostuvo que ya no hay una fuerza nacional que pueda contrarrestar el poder de las 200 bandas que dominan el 80% del territorio.
Núñez dijo que la comunidad internacional no quería comprometerse, ningún país asumió la responsabilidad directa de los hechos y por eso se recurrió a Kenia.
Destacó que fueron diecisiete años con la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) y que en el país vecino no se produjo ningún resultado apreciable.
NO ES UNA MISIÓN DE SOLIDARIDAD
Manifestó que en esta ocasión “Son soldados que tienen un carácter mercenario, no están actuando en nombre de Gobierno, sino por una contratación hecha en el sentido de buen postor y no puramente de una misión de solidaridad”.
Entrevistado en el programa Toque Final, que se transmite por Antena 7, el historiador explicó que la única manera de poder hacerle frente a esas bandas es mediante una “fuerza disuasoria” especializada con misiones similares en África.
Con el avance de esas fuerzas, dijo, se busca que la mayoría de las bandas se disuadan, se proceda a su desarme y a la instalación de un gobierno legítimo que detenga el monopolio de la violencia como debe ser en cualquier tipo de Estado, manifestó Núñez.
Al preguntarle su opinión sobre la forma en que el Gobierno provisional de Haití decidió organizarse, expresó que una presidencia rotatoria le daría un problema adicional porque introduciría un elemento perturbador en las políticas que se pongan en práctica.
“Creo que el liderazgo lo debe ejercer quien tenga las cualidades y que sea permanente con una línea política que añada todas las modificaciones necesarias”, agregó.