Nueva York (EFE).- Los doce jurados, siete hombres y cinco mujeres, del juicio penal en Nueva York contra el expresidente de EE.UU. Donald Trump (2017-2021) -acusado de falsificar documentos para silenciar a una actriz porno y proteger su carrera presidencial en 2016- empezaron este miércoles a deliberar sobre si el magnate es “culpable” o “no culpable”.
El jurado deberá acordar por unanimidad su veredicto, lo que podría prolongarse varios días, ya que si uno de los integrantes no está de acuerdo, el juez Juan M. Merchan pedirá a los doce miembros seguir deliberando hasta llegar a una decisión conjunta, y en el peor de los casos -de falta de consenso- podrá declarar nulo todo o parte del juicio.
Este miércoles, el jurado deliberará hasta las 16:30 hora local (20:30 GMT) en una sala en la que no tendrán acceso a sus teléfonos.
Instrucciones del juez
Antes de retirarse, el juez, quien estaba sentado bajo el mensaje “en Dios confiamos” que corona la sala, indicó con una serena voz al jurado que es su “responsabilidad” analizar las pruebas y mantenerse “imparcial”, algo especialmente complicado dada la popularidad del acusado.
Durante las deliberaciones, los jurados tendrán acceso a las 300 pruebas del juicio en un computador y podrán hacerle preguntas al juez.
Merchan recordó en sus instrucciones de más de una hora al jurado -algunos de cuyos miembros tomaron notas- que “no pueden especular sobre asuntos relacionados con la sentencia o la pena” que recibirá Trump y que el acusado “no estaba obligado a demostrar que no es culpable” ni a testificar, algo que no hizo, sino que compete a la Fiscalía demostrar que es culpable.
El magistrado subrayó al jurado que su veredicto debe ser unánime en cada cargo y les aconsejó “escucharse entre sí”.
No obstante, Merchan apuntó que pese a que su objetivo tiene que ser llegar a un acuerdo, no deben cambiar de opinión solo por desear que el juicio acabe o por sentirse en minoría.
Un total de 34 cargos
El juez leyó y analizó los 34 cargos por delitos graves de falsificación de registros comerciales a los que se enfrenta Trump, todos relacionados con el reembolso a su abogado Michael Cohen por pagar en 2016 un total de 130.000 dólares a una actriz porno para silenciar su supuesta relación sexual en 2006, pero cada uno de los cargos se refiere a un registro independiente, como cheques y facturas.
Para que los jurados declaren a Trump “culpable” de los 34 cargos, deben llegar a la conclusión no solo de que Trump falsificó o gestionó la falsificación de registros comerciales “con la intención de defraudar”, sino también de que lo hizo con la intención de ocultar otro delito, el de intervenir en las elecciones presidenciales de 2016 a su favor.
En teoría, el jurado podría determinar, por ejemplo, que Trump falsificó registros comerciales al firmar los cheques del fideicomiso y de su cuenta personal, pero no es responsable de las facturas de Cohen.
En ese escenario, el jurado podría condenar a Trump por algunos cargos y absolverlo de otros.
Argumentos de las partes
El martes, en una maratoniana jornada de casi doce horas, la Fiscalía y la defensa usaron sus argumentos finales para convencer por última vez al jurado de la culpabilidad o la inocencia del exmandatario y actual precandidato presidencial republicano.
El equipo de Trump utilizó su turno para tachar el testigo clave del juicio, Michael Cohen, exabogado y antigua mano derecha del magnate, de mentiroso y la Fiscalía se centró en hacer un exhaustivo repaso sobre las pruebas que tienen contra el empresario y político.
De ser declarado culpable, el magnate podría ser sentenciado a libertad condicional o a hasta cuatro años de prisión. Este sería el peor escenario para Trump, quien se convertiría en el primer candidato de un partido importante que se postula a la presidencia siendo declarado un delincuente. Además, no podría votar en las elecciones de noviembre próximo.
En todo caso, si a Trump lo declaran culpable, probablemente pasarán varias semanas o meses hasta que el juez dicte sentencia, periodo en el que probablemente quedaría en libertad bajo fianza, ya que sería un delincuente por primera vez de un delito no violento.