La República Dominicana mantiene una deuda con Venezuela por la compra de petróleo que asciende a 214.3 millones de dólares, según la información colgada en el portal de la Dirección General de Crédito Público del Ministerio de Hacienda.
El 30 de enero de 2015, el Gobierno dominicano anunció la compra con recursos de los bonos soberanos del 98 % de la deuda, que entonces ascendía a 4,027 millones de dólares acumulada hasta diciembre de 2014, con la empresa estatal Petróleos de Venezuela, Sociedad Anónima (PDVSA), por la adquisición de combustibles a través del programa Petrocaribe.
Esa transacción estableció que el Gobierno dominicano pagó 1,933 millones de dólares, en lugar de los 4,027 millones de dólares que había pagado Venezuela. Con una operación a su favor por valor de 2,094 millones de dólares
Sin embargo, quedó un remanente de deuda que ascendió a 244.2 millones de dólares. De ese monto entre 2016 y 2020 solo se pagó 29.9 millones de dólares, según Crédito Público, lo que dejó un balance pendiente de 214.3 millones de dólares.
Desde diciembre de 2020 hasta la fecha la deuda se mantiene igual, lo que indica que no se ha efectuado ningún abono.
Inactivo desde 2019
Petrocaribe es un programa de adquisición de petróleo entre Venezuela y 14 países del Caribe que se inició en 2005 y quedó suspendido en 2019, debido a las sanciones estadounidenses y la disminución de la producción venezolana de petróleo.
Entre 2006 y 2014 la República Dominicana compró a Venezuela, a través de Petrocaribe, 83,926,477 de barriles. De esa cantidad, hubo 40,006,389 que fueron concesionales, es decir, un financiamiento a ser pagado en tasas blandas. Entre los 13 países pertenecientes al acuerdo, el país compró la segunda mayor cantidad, solo superado por los 308,206,000 que adquirió Cuba.
El programa establecía una plataforma de financiamiento que comenzaba cuando el barril del crudo llegaba a los 15 dólares. A partir de ese precio el país pagaba el 95 % del costo del barril y dejaba pendiente de pago un 5 %. Si el precio llegaba a los 40 dólares, el crédito podía alcanzar hasta un el 30 % a ser pagado en 15 años con una tasa de interés del 2 %.
Si el barril superaba los 50 dólares y llegaba hasta los 150 entonces la factura a financiar podía llegar hasta el 70% con una tasa de interés de un 1 % a pagar hasta en 23 años con 24 meses adicionales de gracia.
Complicaciones
Sin embargo, según un informe del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo titulado “Potencial debilitamiento del programa Petrocaribe con la crisis económica de Venezuela”, publicado en septiembre del 2016, se plantea un escenario complicado para que el esquema siguiera funcionando.
En el informe se cita que desde 2015 PDVSA comenzó a presentar dificultades en la exportación de combustibles. Señala problemas gerenciales, falta de inversión e inconvenientes en el mantenimiento de equipos técnicos, con demoras para cumplir contratos de pago anticipado acordados con sus principales proveedores. Debido a estos factores, las horas de carga y descarga de los muelles se extendieron, creando un efecto en cadena y retrasando también los envíos al Caribe.
A 2005, Venezuela extraía hasta tres millones de barriles diarios de petróleo. Para 2015, cuando RD liquidó el 98 % de la deuda, esa producción había caído a 2,8 millones y comenzó un desplome bruto que tocó fondo en 2020 cuando la producción se redujo a apenas 640 mil barriles por día. En la actualidad ha alcanzado el millón, según el reporte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC).
Compra de Refidomsa
El Estado dominicano anunció el 19 de agosto de 2021 la adquisición del 49 % de las acciones del capital suscrito y pagado de la Refinería Dominicana de Petróleo, que eran propiedad de la PDV CARIBE, S. A., filial de PDVSA. Mediante dicha operación el Estado dominicano se convirtió en propietario del 100 % de las acciones de la empresa.
Entonces, el Gobierno informó que debido a las sanciones que los Estados Unidos impuso a partir del año 2015 a PDVSA y a sus filiales, Refidomsa se vio afectada en su acceso al crédito local e internacional y con limitaciones para utilizar los medios de pago bancarios, por lo que tuvo que suspender o posponer proyectos de ampliación y renovación de la empresa.
El precio de compra acordado por el Estado ascendió a 74,000,000 de euros, equivalente a 88 millones,134 mil dólares. En 2010, cuando la estatal venezolana adquirió ese 49 % pagó 131 millones de dólares al Estado dominicano, es decir más de 42 millones de dólares por encima de la suma que recibió al vender.