La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) dijo no tener ningún comentario respecto a las denuncias hechas por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) de que las empresas distribuidoras de electricidad están aplicando doble facturación y un aumento arbitrario de la tarifa a sus consumidores, sin embargo, la Superintendencia de Electricidad y Edeeste negaron que se hayan registrado aumentos.
La Superintendencia de Electricidad, al ser contactada por este medio, refirió que justo este jueves, en su resolución SIE-017-2020-TF se establece que las tarifas para el trimestre abril-junio de este año se mantendrán invariables.
La entidad precisa que para los clientes residenciales con tarifa BTS-1 (Baja Tensión Simple 1), los precios siguen siendo RD$4.44 para los primeros 200 kilovatios/hora (kWh), RD$6.97 el kilovatio que pasa de 201 y hasta 300, RD$10.86 cuando pasa de 301 y hasta 700 KWh y RD$11.10 cuando pasa los 700 KWh.
En cambio, la distribuidora Edeeste, admitió que en principio de la cuarentena se vieron obligados a estimar las facturas a sus clientes, pero que con la siguiente lectura han ido corrigiendo las facturas, incluyendo a los comercios que estaban cerrados.
En un comunicado, la distribuidora niega que la tarifa eléctrica haya aumentado y refiere el incremento en los montos de facturación se debe a una mayor permanencia de las familias en sus casas fruto del confinamiento, a las altas temperaturas y a que muchos sectores ya gozan del servicio 24 horas.
Este medio no pudo obtener una respuesta de la empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (Edesur) ni de Edenorte, ante la denuncia de la entidad entidad política, la que acusa a las distribuidoras de electricidad de aplicar doble facturación y un aumento arbitrario de la tarifa a sus consumidores, a pesar de la caída en los precios de los combustibles y la situación de emergencia.
El director del Gabinete de Energía y Minas del PRM, Antonio Almonte, afirmó que desde que iniciaron los efectos del coronavirus en el país, las distribuidoras dejaron de hacer la lectura de los medidores en los locales y residencias y procedieron a promediar el consumo de los tres meses anteriores a la pandemia y remitir ese promedio como la factura mensual a pagar, lo que dice genera perjuicios a los clientes y distorsiones en el sistema de precios y tarifas.
Almonte advirtió que esa práctica de la estimación subjetiva del consumo mensual y lectura incorrecta de los “contadores” ha sido recurrente en las distribuidoras tanto a pequeña como a mayor escala, y acarrea importantes perjuicios a la población.