A las compras a futuro, sobre todo de La India y China, de los principales “commodities” para la fabricación de alimentos se suma ahora otro ingrediente de inquietud en la economía mundial y es la tendencia al alza en el precio del petróleo crudo en los mercados bursátiles.
A esa inquietud no escapará República Dominicana, una economía altamente dependiente de derivados y de mayor consumo si se compara con sus pares de Centroamérica.
El precio del crudo West Texas Intermediate (WTI) se cotiza en cerca de US$60 por barril y su uso es alta preponderancia en la producción, incluyendo la de materias primas como el maíz amarillo, en maquinarias que utilizan diesel para la siembra del grano en mercados externos.
Como también, otros derivados del crudo usados en el transporte y las industrias. Para la economía dominicana es una noticia muy mala. Por cada dólar de aumento en el precio del barril de crudo su impacto es de RD$3,000 millones más, a juicio del economista Henri Hebrard.
En este año 2021, el Presupuesto Nacional tiene proyectado un precio de US$45.50 en el barril de petróleo, mientras la tendencia del crudo se mantiene al alza, como una señal del inicio de la recuperación económica global.
Para Hebrard la preocupación es que el barril supera los US$58, porque “esto le cuesta a la economía dominicana más de RD$3,000 millones”, peor si se compara con la cifra contemplada en el presupuesto nacional. Además del costo que implica para el Estado el subsidio a la electricidad, aún con la mejoría por la generación en Punta Catalina, porque hay una unidad con problemas que está usando diesel. Los precios internos de los combustibles también seguirán en alza, porque el Gobierno ha asumido parte esperando que baje para compensar, pero ahora la expectativa es de mejoría en la economía mundial, de la reducción de la producción en la OPEP, como las ayudas en USA lo que depreciará el valor del dólar, aduce. Eso hará que suba el precio de las materias primas, especialmente el petróleo.
Hebrard afirma que el panorama es complicado, porque todos los precios están subiendo y eso reduce el poder adquisitivo de la gente y genera presiones sobre la economía para que se incrementen los salarios.
Choque externo
Antonio Ciriaco Cruz, vicedecano Economía de la UASD, explicó que la factura petrolera representa el 18% del total de las importaciones del país. Cuando el precio del petróleo aumentan es equivalente a un choque externo negativo (y viceversa) que recibe el país, provocando aumentos en los precios de los combustibles, en el transporte urbano y de carga y, en los alimentos, indicó.
De acuerdo con el economista, el país sigue importando alrededor de 9.1 millones de barriles de petróleo crudo cada año.
“Eso significa que si los precios del petróleo (WTI) el Gobierno lo estimó en US$44.2 el barril en el presupuesto del año 2021 y los precios actuales del petróleo en el mercado internacional están en US$58.26 el barril, esto hace que el país esté destinando US$14.06 por barril adicional, cuyo monto adicional anualizado se le sumaría la factura petrolera”, dijo.
De mantenerse esa tendencia en el precio del petróleo, en alrededor de US$58.26 el barril este 2021, sería de US$126.5 millones el monto adicional que se le sumaría a la factura petrolera en este año, manifestó.
En un escenario de precios más alto, las consecuencias serían mucho más peligrosas, ya que presionaría hacia el alza el precio de los alimentos, de los combustibles, la tasa de cambio, entre otros, afectando el salario real de la población.