Regularmente las empresas utilizan como fuentes de financiamiento los préstamos, la emisión de deuda o bonos corporativos, pasivos conocidos como capital de deuda, la emisión de acciones preferentes y comunes u ordinarias y el uso de las utilidades retenidas o no distribuidas, fuentes conocidas como capital accionario.
Lógico, estas fuentes de financiamiento tienen un costo individual y las empresas las promedian para conocer el costo promedio ponderado de las mismas, para tener un porcentaje único que representa en promedio el precio de todo el dinero de fuentes externas e internas utilizado en operaciones inherentes.
Si ese costo promedio ponderado del capital (CCPP o WACC en sus siglas en inglés) es superior a la tasa interna de retorno (TIR) entonces ese costo no le permitirá generar beneficios esperados por el contrario si ese costo promedio ponderado es inferior a su TIR entonces si es factible endeudarse.
En el sector público a medida que aumentan los déficits se recurre a financiar los mismos mediante préstamos, impuestos o dinero inorgánico el cual mal manejado es inflacionario.
Es costumbre que los gobiernos recurren a la deuda pública ya que la misma no tiene un costo político inmediato, por tanto, tienden a endeudar con mayor facilidad una nación.
Como se sabe, la deuda pública representa los préstamos acumulados pedidos por el Estado a los particulares. Es la suma de los déficits de años anteriores. Un indicador de su magnitud es el cociente deuda/PIB.
Cuando se analizan los efectos de la política fiscal, es útil distinguir los efectos a corto plazo y a largo plazo del déficit y de la deuda. En el corto plazo, a los economistas les preocupa la posibilidad de que los déficits públicos estructurales expulsen inversión.
A medida que se soliciten préstamos a otros países para consumir y se comprometa la prosperidad para devolver los intereses y el principal de esa deuda externa, las futuras generaciones se encontrarán, de hecho, con que tendrán que sacrificar consumo para pagar sus intereses y devolver el principal.
Al dejarle a las futuras generaciones una deuda pública pero no varíe el stock de capital, existen diversos efectos internos, como es el caso de la introducción de varias distorsiones en la producción y en la eficiencia, pero eso no quiere decir que no se deba dinero a otro país.
Por otro lado, el crecimiento económico puede ser lento si la deuda pública desplaza capital. Este efecto se produce porque el capital de las empresas, financiado con obligaciones y acciones, es un buen sustituto de los bonos del Estado. Por lo tanto un aumento de la deuda pública puede reducir el stock de capital privado de la economía.
A largo plazo, un aumento de la deuda pública puede frenar el crecimiento de la producción potencial y del consumo debido a los costos de pagar los intereses de la deuda externa, su capital o principal, a la ineficiencia derivada de los impuestos necesarios para pagar dichos intereses y al reducir la acumulación de capital provocada por el desplazamiento de capital.
Ante esta realidad y consciente del papel que debe jugar el gobierno de un Estado, las actuales autoridades dominicanas responsables de su papel como buena administradora de la cosa pública y pensando en el porvenir de la gente, el Ministerio de Hacienda, realizó recientemente una transacción de Manejo de Pasivos en el mercado local que permitirá un reducción en el servicio de la de RD$74,908 millones para el período 2022-2927,
Dicha transacción además disminuye el costo de financiamiento en 66.2 puntos básicos y aumenta la madurez promedio de la deuda en un 7.83 a 8.92 años del portafolio de bonos locales en pesos.
El valor nominal retirado fue de RD$92,427 millones y comprende la recompra de once emisiones de títulos del Ministerio de Hacienda en moneda local. Estos títulos fueron cancelados con la emisión de dos nuevos bonos, uno a siete años y otro a diez años.
El bono a siete años se colocó a una tasa de rendimiento del 8% y el de diez años a un rendimiento de 8.6%
La distribución de colocación de estos nuevos títulos destinados para la operación de manejos de pasivos ha sido de RD$23,807.7 millones en el de siete años y el resto RD$81,399 millones en el de 10 años.
Es de recordarse que en diciembre de 2020 se realizó una operación que redujo el servicio de la deuda para el lapso 2021-2025 en RD$1,132 millones.
Como se explicó anteriormente la estrategia es la disminución del costo de la deuda a los fines de hacer menos gravoso el pago de sus intereses en relación a los ingresos tributarios y por supuesto disminuir el porcentaje de la deuda respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
El ministro de Hacienda, José Manuel Vicente (Jochi), explicó que la estrategia de endeudamiento del Gobierno se apoya más en el financiamiento con organismos multilaterales, así como dar preferencia al endeudamiento en pesos con el objetivo de quitar presión a las necesidades de crédito en los próximos años.
Asimismo acotó que la contratación de deuda con dichos organismos multilaterales es menos costosa que las demás alternativas y además así se reduce la dependencia de emisiones de bonos soberanos. Agregó que si la deuda es en pesos se reduce la exposición al riesgo cambiario.
Una eficiente gestión de las finanzas públicas se apoya en actuar con responsabilidad, prudencia y madurez de criterio, ahora más, cuando el país lucha con un enemigo invisible como la pandemia que afecta a todo el mundo.
Algunos agentes de la oposición apuestan al fracaso de las autoridades, incitándolas hacer uso de los recursos, que hoy se mantienen en reservas, en inversiones de capital, que si bien es cierto son necesarias para mover el aparato económico pero no menos cierto que aún no se tiene control de la enfermedad pulmonar y por lo tanto no se sabe en qué momento ha de hacerse uso de dichas reservas.
De igual manera, el ministro de hacienda expresó que el objetivo del gobierno es lograr superávits primarios para que el stock de deuda como porcentaje del PIB disminuya en el tiempo y para lograr esto, se necesita que se tome en cuenta durante la negociación del Pacto Fiscal.
Mientras persista la pandemia en su agitado curso, el país continuará cubriendo gran parte de sus déficits provocados por el aumento del gasto social mediante nuevas operaciones de préstamos pero focalizados en menores costos de capital.
En ese sentido, el ministro de Hacienda expresó que el Gobierno en casi 10 meses de gestión ha logrado una disminución en el costo de la deuda de 6.16% a 6.06%.