25.8 C
Dajabón
domingo, septiembre 29, 2024

Influencia económica externa (OPINION)

Recomendadas

Solo basta con leer, escuchar y analizar los más recientes informes y noticias de los Organismos Internacionales de Financiamiento, Agencias, Organizaciones para el desarrollo, Periódicos y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), acerca del submundo de la economía en la tierra de los vivientes, para que cualquier humano pueda darse cuenta de la situación económica de hoy y sus perspectivas a mediano y largo plazo.

Todo el mundo sabe y siente en carne  viva, los efectos o secuelas que siguen afectando a la humanidad, debido a los fenómenos naturales, las crisis de salud y fenómenos económico-financieros, que periódicamente se suscitan en el planeta tierra.

Actualmente, la humanidad convive aún con la pandemia Covid-19, ahora con la Viruela del Mono, inflación galopante, guerra Rusia-Ucrania y las medidas monetarias y fiscales, para contrarrestar los efectos de la crisis económica global que se vive hoy.

Conforme la más reciente edición del informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales del Banco Mundial, éstas presentan una desaceleración de la actividad económica mucho más pronunciada desde las que se presentaron hace 80 años.

Para dar respuesta a una serie de interrogantes en relación al comportamiento económico global que hoy se palpa, se llevó a cabo un conversatorio con el señor Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.

Según las previsiones más recientes del Banco Mundial, el crecimiento global se desacelerará 2.7 puntos porcentuales entre 2021 y 2024, es decir, más del doble de la desaceleración registrada entre 1976 y 1979.

Según el Banco Mundial, los daños provocados por la pandemia Covid-19, la invasión rusa a Ucrania ha exacerbado la desaceleración de la economía mundial, que está entrando en lo que podría convertirse en un período prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación.

Este contexto aumenta el riesgo de estanflación, con consecuencias potencialmente perjudiciales, tanto para las economías de ingreso mediano como para las de ingreso bajo.

El señor Ayhan, al hablar de las perspectivas mundiales, expresó que las cosas se han tornado, desafortunadamente, mucho peor de lo que se esperaba. El crecimiento disminuirá a 2.9%. A nivel mundial, el año pasado fue de 5.7%.

Hoy se tiene la guerra en Ucrania y sus repercusiones. Las tasas de interés han aumentado, las condiciones financieras son más restrictivas.

Y la tercera crisis que aún está presente es la crisis sanitaria. La Covid-19 se manifiesta de manera horrible, en diferentes partes del mundo, como en China.

Es un período difícil para la economía mundial. La demanda va a disminuir. El año pasado hubo una demanda reprimida. Se entregó importante apoyo de políticas que se está retirando, y aún se producen disrupciones en la oferta. Se atraviesa por una de las más grandes crisis de los productos básicos que se haya visto en los últimos 50 años.

Dice el señor Ayhan, que el crecimiento se desaceleró, debido a la guerra en Ucrania, por las repercusiones en el incremento de los precios de los productos básicos.

Hay una grave crisis alimentaria en todo el mundo. Se observan disrupciones en la oferta. Se han rebajado las previsiones de crecimiento en forma generalizada.

En el caso de las economías avanzadas, mercados emergentes y desarrollados los pronósticos se han rebajado.

A nivel de la economía en conjunto, se revisan las cifras de crecimiento del año 2022 correspondientes al 70% de los países, en comparación con las previsiones del Banco Mundial de enero.

En las economías avanzadas, se espera que el crecimiento se desacelere del 5,6% el año pasado al 2,6% este año, y que el crecimiento continuará disminuyendo en el próximo año 2023.

En los mercados emergentes y las economías en desarrollo, el crecimiento se desacelerará del 6,6% en el año pasado al 3,4% este año 2022. Por lo que los riesgos que enfrenta la economía son bastantes considerables.

Ahora, debido a la guerra, hay una lista mucho más amplia de riesgos. Y éstos, desafortunadamente, se amplifican unos a otros. La invasión de Rusia a Ucrania, aumentó las tensiones geopolíticas.

Por todo lo anterior hay una amenaza muy grave de estanflación, derivada de las tasas de interés más altas.

Estas conllevan el riesgo de tensión financiera. Todavía se observan disrupciones en la oferta. Debido a la guerra, esas perturbaciones, por supuesto, se ampliaron.

Existe el riesgo asociado de tener precios de los alimentos aún más altos en el futuro. Y cuando existen estos tipos de desafíos, el riesgo de tensiones sociales aumenta.

Sigue diciendo el señor Ayhan, que a mediano plazo, hay preocupación por la fragmentación del comercio, la inversión y los flujos financieros. También hay preocupación por un crecimiento aún más débil de lo que se esperaba. Por cierto, esto se suma a los retos relacionados con el clima que enfrenta la economía mundial.

El gran desafío ante estos riesgos, es la intensificación de las tensiones geopolíticas y sus consecuencias para los mercados de productos básicos.

Otra es el endeudamiento, más rápido de lo previsto, de las condiciones financieras debido al alza de las tasas  de interés, y las perturbaciones relacionadas con el Covid-19.

Cuando se unen estas tres cuestiones, si esos tres riesgos se materializan, fácilmente se cae en medio de una tormenta perfecta.

Este tipo de tormenta hará que la tasa de crecimiento llegue al 2% este año. Y cuando se tiene una tasa de crecimiento a nivel mundial de alrededor del 1,5%, eso significa que hay una fuerte caída de la actividad económica.

El concepto de estanflación describe la presencia de una inflación alta y un crecimiento lento. Es una mezcla tóxica. Los economistas consideran que es un tipo de problema difícil de superar.

Se necesita, evidentemente, encontrar una manera de aumentar la oferta para reducir las presiones de los precios o reducir la demanda.

La inflación y una posible estanflación, creen que sólo se originará en los Estados Unidos. Es un problema mundial y no de un solo país. Si se observan las tasas de inflación, hoy en día en todo el mundo es cercana al 8%.

Esa es la tasa más alta que se ha visto desde el año 2004, mientras en los países emergentes y en desarrollo la inflación supera el 9%.

Como se ve, una inflación más alta, traerá tasas de interés más altas, con un espacio fiscal estrecho, por lo que será más difícil y este traerá más deuda, debido a la amenaza de la estanflación y por supuesto menos producción.

Ante esta situación de crisis, el Banco Mundial recomienda continuar ayudando a los sectores más vulnerables y aplicarles políticas creíbles. Las políticas financieras, monetarias y fiscales, evidentemente deben desacelerar las economías con inflación elevada.

Eso significa, calibrar las políticas. Si hay espacio fiscal disponible, debe utilizarse de una manera focalizada y bien definida.

Si hay una base de ingresos, es necesario ampliar la misma con ingresos un poco más altas para generar ingresos y, así poder ayudar realmente a los segmentos de la sociedad que necesitan más ayuda y, finalmente los responsables de formular políticas, deben tener un plan bien definido a mediano plazo, y necesitan comunicar claramente el plan.

Se reconoce que las cuestiones sobre el terreno son más difíciles, más complejas que cuando se analiza el panorama general. Las políticas deben responder a las circunstancias locales, por lo que los responsables de formular políticas, deben ceñirse a los elementos básicos e implementar políticas fundamentales de la mejor manera posible.

Ante este panorama crítico, es bueno que se cree conciencia sobre esta crisis económica global que vive el mundo, por lo que no es justo o sensato que sectores políticos interesados, quieran pescar en río revuelto, aprovechándose de las necesidades del pueblo y del estado actual de la economía mundial.

Esos sectores buscan culpables de la crisis en el país, cuando todo el mundo sabe que la crisis económica actual, es producto de la situación de crisis global y, peor aún, estos sectores políticos quieren presentarse como profetas salvadores o solucionadores de la crisis, cuando en su dilatada permanencia en el poder, hicieron muy poco o nada por los pobres del país.

Mientras estos sectores se pasan el tiempo criticando y alterando la verdad, el Presidente de la República, Luis Abinader Corona y su equipo de trabajo, se empeñan cada día en solucionar los acuciantes problemas que aquejan a los más necesitados del país.

- Publicidad -

Más noticias

- Publicidad -

Noticias recientes