Los carros que antes ofrecían servicio de “concho” en los corredores del Gran Santo Domingo y que debieron ser sacados de las vías públicas, permanecen en manos de sus propietarios aunque en otras labores.
Al ser consultados sobre el resultado final de los vehículos que usaban para “conchar”, los choferes manifestaron que algunos eran alquilados y lo entregaron, otros fueron vendidos o utilizados para “transporte personal”.
El objetivo del acuerdo realizado entre los gremios choferiles y el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), era sacar los carros en estado de chatarra de las calles de la Capital, pero la realidad es que aún el proceso no ha sido implementado por la institución del orden.
En el corredor de la avenida Winston Churchill hay alrededor de 74 choferes en sus instalaciones operando y 47 guaguas, aunque la mayoría ha declarado que no utilizan los mismo ya, si le han dado otros fines a los automóviles.
“Bueno hay algunos que emigraron a otras rutas, otros siguen utilizándolos de manera personal, pero como están trabajando aquí en el corredor solo lo hacen para venir al trabajo”, detalló el encargado de la ruta, Wilson Ogando Lebrón.
El corredor de la Núñez de Cáceres cuenta con cinco autobuses para personas con movilidad reducida, 25 sin las plataformas para discapacitados y un total de 60 conductores.
Proceso inconcluso
“Lo que dice la ley es la deschatarrización y esos vehículos están fuera de servicio, alguno todavía los usan sus propietarios o los tendrán alquilados, la formalidad de la ley es que el estado debe pagar estos vehículos y convertirlos en chatarra vía el Intrant y ese proceso no se ha terminado, tenemos casi un año esperando, es un proceso bien difícil por la burocracia que se tiene para eso, los choferes no quieren entregar un vehículo, que luego se les dé un recibo para después no saber si se les entregará su dinero”, añadió Luis Rosario, quien funge como presidente del corredor de la Núñez de Cáceres.
El corredor del Charles de Gaulle tiene bajo su jurisdicción alrededor de 80 conductores, que bajo las condiciones expresadas tampoco han realizado la entrega de sus antiguas herramientas de trabajo.
Los requisitos que se establecen para realizar este proceso son inventario de todos los carros por parte de Estado, corroborar si el dueño es la persona que formó parte del corredor y comprobar que esté al día en la DGII y, por último, los contratos de venta y descargo entre el dueño del vehículo y el Intrant, hasta su destino final el retiro.
Las rutas piratas
Algunas en asociación y otras continúan como cita un refrán “manga por hombro”, especifican que no son “competencia” para los corredores, ya que estos alcanzan lugares a donde los buses no alcanzan. Detallaron que la delincuencia les está “respirando en la nuca” y que muchos han sido despojados de sus vehículos.