Desde los certámene s que organizaba entre sus amiguitas siendo niña, hasta su establecimiento como una reconocida cirujana plástica, la vida de Tania Medina se ha caracterizado por la búsqueda de la belleza. La antigua miss comparte con L2 su idea de belleza, un concepto que, dice, va más allá del peso o la forma.
Para usted, ¿qué es la belleza? Más que un paradigma o un patrón social, para mí es encontrar el equilibrio en armonía entre lo que ves en tu espejo con tu autoaceptación.
Lo que está claro es que la belleza no la define un peso, una forma, un dictamen; la belleza es encontrar paz en lo que aprecias.
De miss a cirujana plástica. ¿Cómo y por qué se dio esa transición? Todo lo relacionado a la belleza siempre ha sido donde enfoco la mirada. En un principio los concursos estaban a mi nivel de madurez, luego entendí que, en excelencia, podía ser y dar más, hasta que me convertí en doctora, con tal pasión que me gradué summa cum laude y en el momento del examen general de residencias obtuve la calificación más alta, al igual que mi proceso de formación y hasta el día de hoy cuido cada detalle que está en mis manos para dar lo mejor de mí como persona y profesional.
¿Qué es lo que más disfruta de su trabajo? Creo que cada mañana puedo maravillarme como el primer día. Lograr mejorar la percepción personal de cada mujer y aportar un granito en pro a su seguridad y autoestima hace que ame apasionadamente lo que hago. Sin duda, una de las mayores satisfacciones particulares es restaurar los cambios luego del embarazo.
La cirugía plástica y los procedimientos estéticos han ganado un gran auge. ¿Es culto al cuerpo, falta de autoaceptación…? Entiendo que el crecimiento se basa en la información que tenemos todos a la mano, cambios reales y palpables en poco tiempo, en un ambiente seguro siempre que se sigan las recomendaciones del cirujano y que esté acreditado.
Usted misma se ha sometido a varios procedimientos estéticos… Claro, un principio médico que creo es solo practicar un procedimiento en otro ser humano si estoy dispuesto a hacerlo en mi familia y mi persona.
La sociedad actual celebra la diversidad y, al mismo tiempo, estimula los procedimientos estéticos que persiguen un ideal de belleza predeterminado. ¿No es eso contradictorio? Lo importante dentro de la diversidad y esta era de respeto es que cada quien es libre de escoger qué hacer y no hacer, siempre que traiga equilibrio y bienestar.
Si, como cirujana plástica, el resultado de su trabajo no es el esperado… ¿cómo lidia con eso? La realidad es que, como cirujanos, podemos mejorar cómo luce una situación y facilitamos un proceso, pero creamos la conciencia que se le explica a cada paciente sobre las expectativas que deben ser reales, alcanzables y aterrizadas en relación a la contextura física, los antecedentes y el seguimiento de las recomendaciones.
El resultado no es solo si le gusta o no al paciente, a mí como cirujana; también pueden estar las complicaciones que van a presentarse en las mejores manos y todas partes del mundo. La cirugía facilita el medio pero no el resultado, pero lo que sí es seguro es que siempre habrá un trabajo cargado de buenas intenciones, vibras y amor