A los “Viejenials” le gusta el béisbol y el bolero porque se llevan a pasito lento pegaditos de los hombros. Odian el dembow y el merengue urbano por la velocidad del ritmo.
Los “Millennials” se quejan de que el béisbol es aburrido, que dura mucho, que tiene demasiadas reglas.
Esos críticos del béisbol son jóvenes que se ensimisman ante un teléfono inteligente y se olvidan del mundo, de todo lo circundante.
El béisbol podría ser lento para quienes desconocen sus reglas y lo quieren comparar con el fútbol y el baloncesto. Aproximadamente son entre 100 y 110 las reglas con las que cuenta este deporte.
La duración de un juego de nueve innings en las mayores alcanza las 3 horas y 5 minutos. Los que saboreamos el béisbol como si fuese un escocés de 21 años o una exquisita copa de un tinto disfrutamos el juego sin límite de tiempo. En mi caso me da lo mismo que los desafíos fuesen de 4 ó 5 horas.
Llamarle al béisbol el ‘Rey de los Deportes’ es algo que siempre causará polémica.
Pero, ¿quién le otorgó la etiqueta de realeza al béisbol?
Existen varias teorías, pero la más sonada es la que involucra al célebre físico alemán Albert Einstein, quien llegó a la Unión Americana justo en la época en la que Babe Ruth era el rey de los cuadrangulares.
El béisbol comenzó a interesarle a Einstein, quien poco a poco se hizo aficionado de los Yankees y gracias a las reglas tan complejas y la precisión con la que se jugaba se le ocurrió llamarle: “El Rey de los Deportes”.
Los juegos de béisbol, para sus seguidores ni son largos, ni aburridos. Es cierto, el béisbol, es un deporte de largo aliento.
Un estudio de The Wall Street Journal reveló que un partido de béisbol, cuyo promedio de duración en las Grandes Ligas es de tres horas y tres minutos, tiene tan sólo 17 minutos y 58 segundos de acción efectiva.