Ubicada al sur de España, a 45.28 kilómetros de distancia de Alicante, se encuentra la ciudad de Villena. Sus calles peatonales te reciben en una especie de cuento medieval que se va absorbiendo por los poros.
Fiesta, vestuarios vistosos y bandas musicales que no paran son lo primero que captará tu atención si visitas Villena en la primera semana de septiembre. En esta semana celebran una alucinante “gira festera” conocida como la Fiesta de Moros y Cristianos (declaradas de interés Turístico Nacional en España).
Las fiestas datan de 1476 y provienen de la transformación de la antigua soldadesca que acompañaba a la patrona de Villena, la Virgen de las Virtudes, en las procesiones celebradas desde el siglo XVII. Esta soldadesca se convirtió en una de las primeras comparsas a principios del siglo XIX.
Fue en 1845 cuando empezaron a documentarse como Fiesta de Moros y Cristianos. El evento actualmente representa las fiestas más participativas de toda España, con alrededor de 13,500 personas que se integran al asombroso desfile de celebración, que se hace para rendir homenaje a su patrona.
Son sus desfiles el gran espectáculo de la fiesta de Villena, que se celebra del cuatro al nueve de septiembre. No importa qué gran desfile con vistosos vestuarios imagines, lo que se lleva a cabo allí sobrepasarán todas tus expectativas.
1 Fusión de tres celebraciones
Es alucinante pasarse estos días intensos en Villena, desde la alegría de su gente, lo cortés de su trato y la felicidad evidente que todos llevan como bandera en el rostro.
Lo que se vive en la semana de las Fiestas de Moros y Cristianos actualmente es el resultado de la fusión de tres celebraciones diferentes.
Fiesta de moros y cristianos
Lo que se vive en la semana de Fiestas de Moros y Cristianos actuales es el resultado de la fusión de tres celebraciones, según registra la Junta Central de Fiestas de Villena: primero la fiesta patronal o elemento religioso, representado por la procesión y misas, siendo la fiesta más antigua, ya que data de finales del siglo XV.
Segundo, la fiesta militar o alarde, denominada después soldadesca. El acto espectacular del elemento militar son los desfiles, especialmente La Entrada y la Cabalgata, en los que participan todos los festeros con magníficos trajes.
Y en tercero, el elemento histórico, donde podrás ver las actuaciones de los ciudadanos villeneros sobre la lucha, arcabucería, Embajadas, pérdida y recuperación del Catillo de la Atalaya, lugar donde realizan este primer acto con tiros y vestuarios alusivos a la época. Nombrada la guerrilla y embajada del moro al cristiano. El performance narra que el embajador Moro solicita la rendición al Cristiano y, tras negarse éste, los arcabuceros (o soldados) empiezan a disparar y el bando moro conquista el castillo (un texto escrito a principios del siglo XIX).
Y al día siguiente, se da la conversión del moro al cristianismo (en la iglesia de Santiago), rememorando hechos históricos ocurridos durante la historia de España.
Dentro de esta explosión que, sin duda, encenderán tus sentidos, destaca La Entrada y la Cabalgata (dentro del desfile militar), desfiles que tienen una duración de siete horas cada uno, y que caracterizan por la forma de desfilar en bloques con unas 100 bandas musicales en vivo y con 125 cabos -quien dirige a las comparsas con peculiar encanto, ondeando una espada y marcando al resto-.
Ahora bien, ¿quiénes desfilan?
Aunque parezca que toda España se integra -por la gran cantidad que verás desfilar-, participan catorce comparsas: siete del bando moro, y siete del bando cristiano. En la actualidad están compuestas por cientos, e incluso miles de personas de ambos sexos, pero un dato curioso es que no fue hasta hace 30 años cuando a las mujeres se les dejó desfilar. Vale mencionar que cada comparsa tiene una madrina y que cada año se elige una especie de reina colectiva que nombran como La Regidora. Son dos, la mayor y la infantil.
El primer día del evento se inicia con un hermoso discurso en los balcones del Ayuntamiento, donde el “pregón”, un ciudadano de Villena destacado, que varía cada año, enuncia lo que son las fiestas y lo que significan para esta ciudad. Este año Pedro Rodríguez, presidente de la Federación de Bandas de Música, fue el elegido y responsable de enloquecer a los más de 34,000 habitantes de Villena y a los turistas que se han ido enamorando de su semana fiestera. El acto fue coronado por el Himno Nacional, interpretado por la Banda de Música Municipal de Villena.
A partir de ahí, se da La Entrada, donde todos los ciudadanos se convergen en un punto, para esperar el sonido del bombo que, oficialmente, da paso al desfile. Es el primer gran desfile y el más antiguo.
La euforia del momento es digna de recordar, todos guardan silencio en la espera del sonar del tambor. Lágrimas caen, pieles de gallina y caras coloradas se vuelven parte del sentir común. A partir de ese preciso momentoÖ el desglose de comparsas, con sus respectivas escuadras especiales y músicos, te hace -en lo más literal de la palabra- alucinar.
Cada comparsa luce sus trajes oficiales, cuyos diseños se remontan a los siglos XIX y XX y que puedes identificar por la variación del color de la pieza inferior que completa todo el traje. A cada comparsa se le suman las escuadras especiales, quienes cada año cambian sus vestuarios. Es una dinámica tal que se eligen ganadores y estos trajes -cuya confección y diseño asciende hasta los 6,000 euros- no se repiten. Su inspiración puede ir desde el mar, hasta las series de ‘Game of Thrones’. Como una forma de recuperar la inversión, se alquilan a otras localidades de toda España. Primero desfilan los del bando de los moros.
Alegría y júbilo
Es una experiencia enriquecedora que no encontrarás en otro lugar del mundo. Lograrás sumergirte en su historia y vida festera, aún sin esperarlo. Podrás ser del otro lado del continente, pero su lenguaje de alegría y júbilo sobrepasa cualquier separación geográfica.
Cabalgata
La Cabalga, creada en 1995, se ha convertido en el desfile más espectacular (se da la noche siguiente de La Entrada y se extiende hasta altas horas de la madruga). En este el orden se alterna y son los cristianos quienes inician.
En las comparsas de cristianos están los Estudiantes (se desconoce el año de su fundación), Marino Corsarios (se documentan en 1884), Andaluces (desfilaron por primera vez en 1923), Labradores (iniciaron en 1926), Ballesteros (iniciaron en 1966), Almogávares (su primera vez fue en 1954) y Los Cristianos.