Los murales en San Pedro devuelven vida a algunas zonas y se han convertido en un atractivo tanto para locales como extranjeros. El lienzo y el pincel, y un poco de color fueron necesarios para hacer “brillar” las paredes y los espacios de esta ciudad y devolverle el esplendor que tanto necesitaban.
Dos grupos de adolescentes y adultos jóvenes decidieron crear un sello particular que los identificara: Tierra de poetas y Voluntarios SPM 23, ambos equipos en total son cerca de 20 jóvenes motivados por esta causa, algunos de los cuales están cursando la licenciatura en Artes Plásticas y otros sin embargo, han decidido ser autodidactas y convertirse en los artífices de obras verdaderamente sorprendentes.
Quienes componen Tierra de poetas trabajan apegados al lema “La cultura de los pueblos salva vidas” y bajo su nombre han realizado unos siete murales. Su fundadora, una joven petromacorisana atraída por llevar el arte a su pueblo natal, compartió por redes sociales su deseo y rápidamente encontró respuesta.
“Me motivó el amor a mi provincia y también una de las razones era ver que en Santiago se está realzando el arte a través de los murales, y también yo soy fiel seguidora de Maimi y de Colombia donde también han implementado este tipo de arte”, expresa la joven fundadora Yaneris Yero Mercedes.
Su hermana, que también forma parte de este movimiento, Yafreisi Yero Mercedes, de 23 años, tiene un mes dentro del proyecto, asistiendo los domingos para la realización de las obras artísticas, manifestó sentirse orgullosa de que su pariente haya creado este movimiento y califica de buena la experiencia que hasta ahora está viviendo.
En honor a la fanaticada
La primera obra fue realizada en la carretera Mella, frente al Estadio Tetelo Vargas, un estadio de béisbol en San Pedro de Macorís; y el primer trabajo que realizaron fue en honor a la fanaticada del equipo de las Estrellas Orientales. Luego se trasladaron a las inmediaciones del malecón de San Pedro.
Pintaron además, las banderas de Japón, China, Canadá e islas del Caribe y todo el continente, así como postes de luz, desde el malecón hasta puerto fino, cuya elaboración tardó unos tres meses.
“Para nosotros es motivo de orgullo porque es algo distinto que se está haciendo en la provincia y sin duda le agrega gran valor al pueblo y esperamos que la gente siga contagiándose y respetando lo que estamos realizando” destaca Daniela Medina, una inmigrante venezolana de 33 años, que también forma parte del proyecto.
Asimismo, Medina expresa que pretenden atraer a turistas y tener espacios para que estos puedan tomar fotografías y disfruten de todas las bondades artísticas que San Pedro ofrece.
De su lado, Alexandra Caraballo, de 36 años de edad, quien forma parte del segundo grupo (Voluntarios SPM 23), indica que es una experiencia “fascinante” y que con su talento, pueden aportar un granito de arena para poder resaltar espacios que con “un poco de color pueden llegar a destacarse”.
Algo en común en estos jóvenes artistas era la necesidad de crear en San Pedro espacios que sean más acogedores y atractivos y que sirvan como entornos de recreación. Por ello, se unieron sin ningún fin de lucro, y se pusieron de acuerdo, para dar con una iniciativa que se ha “viralizado” entre muchas personas de esa demarcación .