25.1 C
Dajabón
lunes, septiembre 30, 2024

Nelfa Núñez viaja cada semana desde la ciudad de La Vega a Santo Domingo detrás de una oportunidad en la televisión dominicana. Todos los sábados, la joven animadora acompaña a Frederick Martínez “El Pachá” en el programa “Pégate y gana con El Pachá” (Color Visión). Dice caminar enfocada para posicionarse sin prisa. Se prepara cada día y asegura estar consciente de lo que significa estar frente a la pantalla de la televisión. Cuéntanos de tus inicios en los medios de comunicación Inicié con apenas 16 años en los medios del Grupo Medrano, actualmente Medrano Holding Group, los medios televisivos y de cable de Heriberto Medrano Cosme. Allí estuve en diferentes programas de temporada como “Aquí de nuevo” con Ubaldo Brito y “A tope”. También la revista semanal de entrevista, única en ese entonces en La Vega, llamada “Enfoque”, en la que fui la entrevistadora con apenas 17 años y de ahí pasé a ser parte de los talentos del carnaval vegano para su programa de temporada de los domingos. ¿Quiénes te inspiraron o motivaron en la comunicación? Fue algo que se fue dando, nunca, imagínate, ni soñé estar en televisión. Cuando fui creciendo en el colegio me fueron involucrando en actividades artísticas y presentaciones de baile en televisión local y ahí fue surgiendo la inquietud por el medio y llamé la atención a algunos productores como Ubaldo Brito, Fausto Cepeda, Michael Wazar y Malaleel Lamech quienes me daban la oportunidad de desarrollarme y prepararme. A medida que fue pasando el tiempo, con el apoyo de mi padre, nace mi amor por los medios de comunicación. ¿Qué persigues con esta carrera? Persigo mi sueño, esta carrera tiene una magia… es una pasión, es lo que amo y disfruto hacer, que a la vez es un medio muy difícil pero se ha convertido en la gasolina en mí, que me mueve a ser mejor cada día. Tener un micrófono es una gran responsabilidad, todavía existimos mujeres que queremos llegar de manera escalonada. ¿Qué tienes tú que ofrecer para mejorar la imagen de la mujer joven en la pantalla? Demostrar que no necesariamente por tener un buena apariencia física te encasillarán como una más del montón. Yo siempre he dicho que somos lo que proyectamos, y de eso también va a depender tu permanencia o no dentro de este medio. Tú quieres llegar de la manera fácil? Debes estar consciente que en algún momento vas a caer así mismo como llegaste. ¿Tú quieres permanencia dentro de los medios y desarrollar una carrera afianzada en tu preparación, talento y disciplina de manera escalonada y aportar cosas positivas en esta sociedad? Te aseguro que cuando llegues ese momento lo valorarás más y los que te rodean también te valorarán, permanecerás y podrás afianzar tu carrera en base a tu trabajo. ¿Cómo llegaste a trabajar con Frederick Martínez, El Pachá? Nunca me visualicé en Pégate y gana, fue algo que se dio sin buscarlo. En una entrevista que le realizamos para Cachicha se lo propusieron a mi jefe y a la semana ya estaba dentro en el programa. Ya tengo un año trabajando a su lado y te puedo decir que ha sido uno de los riesgos más maravillosos que he tomado en mi carrera. Pachá me ha dado mucha responsabilidad al estar a su lado, ser su soporte, su balance y luego de un año designarme como la coanimadora estrella es un gran compromiso. Es un equipo maravilloso que trabaja detrás y una nueva generación de Diva del Pachá con mucha hambre de aprender y crecer. ¿Cómo ha sido trabajar con El Pachá? Siempre preguntan en la calle “cómo lo aguantas”. Frederick es un fajador con un corazón enorme, calmado, pausado, tranquilo, respetuoso; Pachá… ¡un loco que adoro! Pero siempre respondo que no hay nada que aguantar, yo simplemente me disfruto trabajar en el show, me río de sus ocurrencias, si la gente se fija yo me la paso muerta de la risa el programa completo, pero la clave para trabajar a su lado además es prepararme e investigar para cada show, es estar muy pendiente a todos sus movimientos, a lo que dice, a lo que hace, nunca lo pierdo de vista. Trabajar con él ha sido una de las cosas más maravillosas que me ha pasado en mi carrera y no voy a tener cómo pagarle. Yo me lo disfruto y vivo orgullosa de pertenecer a tremendo equipo. Sueña con llegar a Univisión Su sueño es llegar a la cadena de televisión hispana en Estados Unidos, Univisión. La animadora ha visto que también observa a muchos jóvenes preparándose “con actitudes y cualidades fantásticas para desarrollarse en sus diferentes facetas. Ya se están preocupando más por prepararse. Y los productores y directores de canales están conscientes de eso, está creciendo la nueva generación de la televisión”. Nelfa también viaja a Santiago a los estudios de Cachicha en donde participa en uno de sus programas

Recomendadas

Si ha existido un duende que inyectó esperanza y echó a andar al teatro, en tiempos de tibieza, lo ha sido Juancito Rodríguez. Un fajador, que ha llevado importantes puestas en escena tanto en microteatros como en reconocidas salas del país.

Juancito no para y desde el 2008 que presentó, exitosamente, “A 2.50 el cuba libre” en el bar Juan Lockward del Teatro Nacional, descubrió que ya no tendría necesidad de pararse frente a los reflectores, aprender sus líneas y personificar.

Recientemente presentó en la Sala Máximo Aviles Blonda, “Los Monstruos”  con Frank Ceara y Carolina Rivas, recibiendo las mejores críticas, obtenidas a obras de teatro en lo que va del año, y ahora se prepara para llevar a escena “Adulterios”, del 9 al 12 de octubre, en la Sala Manuel Rueda de la Escuela de Bellas Artes.

Una obra escrita por Woody Allen, y que en el país será protagonizada por Pamela de León, Anderson Mercedes, Lumy Lizardo, Leonardo Villalobos e Isaura Taveras, bajo la dirección de Ruth Emeterio.

Diez años produciendo
Su accionar en el teatro encendió la llama y mostró a otros jóvenes y experimentados productores que el teatro era una fuente inagotable de arte y de hacer buen dinero.

En 10 años que lleva produciendo Juancito ha obtenido un importante estatus social, adquirió vivienda, vehículo y cuenta con una buena economía para seguir produciendo y vivir holgadamente.

Desde pequeño siempre soñó con actuar, pero en un principio no sabía cómo expresarlo y encontrar el camino que le llevaría a dar vida a grandes historias.

“Tuve una niñez feliz, aunque perdí a mi padre a los 6 años de edad, mi madre me sobreprotegió, y durante mi adolescencia me llegó la rebeldía porque no sabía cómo llegar a lo que realmente me interesaba”, recuerda.

El encuentro
Tuvo la dicha de estudiar en liceo en donde encontró un profesor visionario que motivaba a sus alumnos a ver teatro y los llevaba a presenciar los ensayos de la Orquesta Sinfónica Nacional. Ahí comenzó a germinar la semilla por el arte y la actuación. Desde entonces, trabajó en diferentes grupos de teatro en su barrio, Ensanche Luperón, en la iglesia y el liceo hasta que a los 19 años ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes a estudiar actuación. Se graduó y su primera vez en subir a un escenario importante (1992), como profesional, aunque un pequeño personaje, fue “Consuelo y Rafael”, del director Danilo Taveras.

¿Cómo fue el momento? “Fue impresionante, aunque no me pagaron, pero fue muy motivador. Estuve ensayando durante tres meses, tenía tanta ilusión que cuando llegaba a mi casa, en las noches, estaba loco porque amaneciera para volver al teatro. En ese momento no me importaba el dinero. Solo quería actuar”.

A partir de entonces Juancito no se desmontó, jamás de las tablas; ha trabajado en unas 25 piezas teatrales. También trabajó durante años con Nuryn Sanlley tanto de actor como en la utilería.

“Sucede que desde que trabajé en la primera obra siempre estuve dispuesto a colaborar con todo. Por eso siempre me buscaban aunque sea para papeles pequeños porque yo siempre fui utilero, trabajaba en el vestuario, y en todo lo que me pusieran lo hacía”, recordó.

«Referente en la producción”
Cuando Juancito decidió arriesgarse y colocarse del otro lado de la acera, como productor, el teatro no vivía momentos halagadores.

“Cuando presenté A 250 el Cuba libre, volví a reactivar los café teatro. En esa época se hacía mucho stand up comedy, pero yo volví a llevar la dramaturgia a los bares”, asegura.

Con un trabajo constante es un referente como productor y un hacedor en las tablas en República Dominicana.

“He sido un afortunado porque me ha ido muy bien económicamente, he podido ayudar a mi familia, he viajado por el mundo y he dado empleo a mucha gente dentro del teatro”.

En sus obras Juancito maneja presupuesto que van desde 700 mil a más de un millón de pesos. “Soy un hombre del teatro, soy 24/7 teatro todos los días todo el tiempo; desde que me levanto hasta que me acuesto, respiro teatro”.

Llevadas a escena.
El color del silencio”, “Divorciadas, evangélicas y vegetarianas”, “Magnolia de acero”, “Agosto”, “Los monstruos”, “El diablo ya no vive aquí”, “A 2.50 el Cuba libre”, “El juicio de una zorra”

Ha trabajado en:
“Pargo los pecados permitido”, “El camaleón y las siete puertas”, “12 de Octubre”, “Peter Pan”, “El rey León”, “Vivencias campesinas”, “Gato tonto”, “Caperucita rojas” y “Sueño de una noche de verano”.

- Publicidad -

Más noticias

- Publicidad -

Noticias recientes