En el país se estima que se realizan sobre las 40 mil cirugías estéticas al año, de las cuales más del 80 por ciento de las pacientes vienen del extranjero, sobre todo dominicanas que viven en el exterior, o de extranjeras que llegan acompañadas de criollas.
Esta alta demanda de atención ha dado paso al surgimiento de una modalidad de atención médica conocida como “casas de recuperación” o Servicios de Recuperación y Atención Clínica, que son lugares donde son ubicadas las pacientes tras recibir el alta médica, y donde reciben supervisión de un personal de salud.
En la capital, conocedores del tema aseguran que operan de entre 80 y 100 servicios de esa naturaleza, que es incluido dentro del paquete quirúrgico que ofrece y promociona en el extranjero el cirujano plástico de manera particular o el centro especializado.
En la Dirección de Habilitación y Acreditación del Ministerio de Salud sólo hay registrados ocho de esos servicios, de los cuales siete están habilitados, ya que uno perdió la licencia por motivo de cambio de domicilio. Las pacientes son trasladadas a esos servicios 48 horas después de la cirugía, tras ser dadas de alta para iniciar el proceso de recuperación.
Algunos funcionan en casas que fueron construidas inicialmente como domicilio familiar y se transformaron en estos centros y en otros casos en hoteles que habilitan habitaciones para esos fines, en torres de apartamentos u otros espacios no aptos para la atención médica. La mayoría funcionan sin supervisión de las autoridades sanitarias.
Vigilancia
El doctor Bruno Calderón, director de Habilitación y Acreditación del Ministerio de Salud, asegura que aunque se sabe que no están registrados todos los servicios que operan en el país, ese organismo hace esfuerzos en ese sentido y hace un llamado a la formalización.
Insta a la población a estar vigilantes en sus entornos y denunciar cualquier irregularidad de esa naturaleza, porque es la manera que tiene el organismo para intervenir.
Recordó que las casas de recuperación son centros de segundo nivel de atención por lo que para operar deben cumplir con los requisitos de habilitación, entre ellos que las habitaciones tengan como máximo dos camas con el baño dentro, que no estén ubicados en torres y que no pueden vivir personas y ni haber mascotas en el centro, entre otros.
La habilitación de un centro, explicó, se hace en cuatro pilares que son recursos humanos, infraestructura, equipamiento y gestión documental o protocolos de atención.
“Las personas que hacen cirugía plástica y los centros deben colaborar con el Ministerio para que se garantice que esas casas de recuperación estén ubicadas en lugares adecuados y estén debidamente habilitadas”, señaló.
Dijo que muchas son casas familiares que se adaptan a ese tipo de servicios. “Queremos que la población se empodere y acudan a los centros de atención que estén habilitados, la ley obliga a que los centros coloquen el permiso de licencia en lugar visible.
LAS PACIENTES BUSCAN DISCRECIÓN
La oferta del alojamiento es cada día más demandada entre las pacientes de cirugía estética, aseguran médicos consultados. Lo atribuyen a que en unos casos la paciente no tiene familiares en el país y otras buscan confiabilidad y discreción al momento de someterse a uno de estos procedimientos.
Las cirugías que más se realizan en el país son la mamoplastía de aumento y reducción, abdominoplastía con liposucción y la lipotransferencia, que es en la que se extraen grasas de una parte del cuerpo para introducirla en otra.
Las edades que más demandan son entre los 25 y 40 años y proceden mayormente de Estados Unidos, Puerto Rico, España e incluso de países africanos se está viendo un aumento en los últimos años.