Me quedaré sin trabajo por la automatización? Esta es una pregunta que posiblemente se hacen muchos trabajadores al ver que cada día se lanza al mercado una máquina que puede desempeñar con eficiencia y más agilidad sus funciones dentro de la empresa.
El auge de la tecnología es un tema que por sus repercusiones mantiene ocupados a investigadores, empresarios, Gobiernos y todos los entes de la sociedad, quienes no paran de indagar para, al menos, estar al tanto de lo que vendrá.
Un estudio publicado este mes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) alerta sobre las “dos grandes tendencias” que marcarán el futuro del trabajo en América Latina y el Caribe: el tsunami tecnológico y el envejecimiento de la población.
Tecnología
Aunque a la región los adelantos tecnológicos llegan más despacio, la cuarta revolución industrial tiene el potencial de destruir empleo en algunas industrias y ocupaciones, establece el estudio.
En la mayoría de los países latinoamericanos un alto porcentaje de trabajadores se encuentra en ocupaciones con alto riesgo de automatización. El porciento más alto se encuentra en Guatemala, donde se estima que el 75% de los empleos podrían desaparecer producto de la automatización.
República Dominicana se encuentra en el extremo contrario, pues aquí se calcula que la pérdida de puestos de trabajo rondaría el 62%. Esto lo ubica como el país con el menor grado de impacto.
Un poco de alivio
No obstante, en el informe se advierte que es altamente probable que estos estudios sobrestimen el impacto negativo de la automatización en el empleo de los próximos años, puesto que hay que tener en cuenta que para los empleadores puede resultar más costoso reemplazar a los humanos por un robot.
De acuerdo a la publicación, debido a que el costo de contratación de un trabajador en muchos países de la región es bajo, puede no resultar costo-efectiva la adquisición de robots para reemplazar a trabajadores.
“No sabemos con exactitud qué sucederá en el siglo XXI, pero hay motivos para pensar que los seres humanos seguiremos teniendo trabajo”, indica el informe.
LA PRESIÓN DEL ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
La otra tendencia que representa un desafío para el futuro del trabajo en la región es el envejecimiento de la población. El informe reseña que los habitantes de América Latina y el Caribe están envejeciendo más rápido que en otras regiones.
El aumento de los adultos mayores de 65 y de 85 años, unido a la reducción de las tasas de natalidad, implicará, entre otros aspectos, que los mercados laborales, que hoy son hostiles con los trabajadores de más de 50 años, deberán adaptarse para darle oportunidades de trabajo a este sector de la población.
IMPACTO
El estudio establece que debido a esta tendencia se podría ralentizar el crecimiento económico de los países porque habrá menos trabajadores potenciales y además esto impactará en las finanzas públicas porque se incrementarán los costos de salud y de pensiones.