SANTO DOMINGO. Un año después de establecer una marca de debutantes (38) la representación dominicana arranca mañana el último mes de la serie regular con una proyección de superar el número de estrenos en las Grandes Ligas.
Al 31 de agosto de 2017 habían debutado 24 quisqueyanos, un número que este curso ya ha sido superado hasta totalizar 26. A partir de mañana los 30 equipos podrán expandir de 25 a 40 sus planteles y con 17 conjuntos con escasas opciones de playoffs el escenario se presta para una llamada masiva desde las ligas menores.
Los criollos son el 13% de los 197 peloteros que se han uniformados en el Big Show este curso por primera vez, uno que encabeza los Estados Unidos (141) y siguen Venezuela (15), Cuba (5) y Japón (3). Los salidos del sorteo aficionado alcanzan 142, en tanto que como agente libre llegaron 55, de acuerdo a Baseball-Reference.com.
Si la clase de 2017 graduó a Rafael Devers y estrenó a Amed Rosario, Jorge Bonifacio, Miguel Andújar y Luis Castillo la de 2018 tiene a Juan Soto como alumno más aventajado con Freddy Peralta, Seranthony Domínguez, Ronald Guzmán, Franmil Reyes, Willy Adames y Ramón Laureano instalados como jugadores importantes en sus equipos.
¿Llamarán los White Sox a Eloy Jiménez y los Blue Jays a Vladimir Guerrero Jr.? En Toronto creen que será en mayo de 2019 cuando Guerrero será subido para ganarle un año de servicio, una tesis que tomó fuerza ayer después del equipo anunciar que irá a la Arizona Fall League en octubre.
En Pittsburgh dicen que los Piratas llamarán a Pablo Reyes y Jesús Liranzo, en Kansas creen que Elier Hernández al fin está cerca del Big Show, en Detroit mencionan a Dawell Lugo con opciones y en Cleveland a Willi Castro, nacido en Puerto Rico pero de padres dominicanos.
Un llamado que en términos económicos puede representar hasta US$92 mil por un mes de trabajo, además de que garantiza el mínimo de pensión y un seguro médico de primera, de por vida.
De los 26 debutantes la mitad (13) llegó con el mismo equipo que lo firmó. Todos nacieron en la década de 1990, solo Soto firmó con 16 años y cinco tenían 20 o más a la hora de ser reclutado, como Laureano (20), Jesús Reyes, Jimmy Cordero y Framber Valdez (21).
Mientras a Soto (firmado en 2015) apenas le tomó poco más de dos temporadas en las ligas menores (122 partidos) Rosell Herrera tuvo que pasarse nueve cursos en las fincas y 789 encuentros antes de llegar la llamada que informaba de su promoción, entre 2009 y el mes de abril pasado.
En promedio, a este grupo le tomó 6,3 temporadas de ligas menores antes de aparecer en los rosters de 25 hombres. Laureano (2014) y William Jerez (2011) llegaron a través del draft estadounidense, el resto fichó en el país.
La evolución en el desarrollo del jugador y la necesidad que se cree en el equipo grande son factores que determinan el tiempo en que un jugador llegue… si es que se crean las condiciones.
Guzmán y Nomar Mazara ejemplifican esta ecuación. Ambos ficharon por fortunas de siete dígitos en billete verde en 2011 con los Rangers, como jardineros. Mazara encontró su hueco en 2016 con la lesión del surcoreano Shin-Soo Choo, pero Guzmán tuvo que esperar hasta abril pasado para que apareciera el espacio.
DIARIO LIBRE