Por Covid- 19. Los chinos representan entre 33 % y 35 % de las compras de marcas de alta gama a nivel mundial
Wuhan: zona cero. El brote del coronavirus se convirtió en epidemia justamente en China, el país de los mayores consumidores de marcas de lujo a nivel mundial, y su confinamiento debido al COVID-19 generará una pérdida de ingresos en las ventas de productos de alta calidad, tanto en su propio país como en el extranjero, de entre el 33 % y el 35 %, según ha calculado la consultora Bain & Company.
Los gigantes del lujo como Louis Vuitton, Richemont, Kering y Hermès, entre otras, aún no han publicado sus proyecciones de pérdida en ventas en Europa o Asia, debido al cierre de sus tiendas por la pandemia.
Sin embargo, algunas marcas ya empiezan a estimar sus bajas. El empresario Capri Holdings, propietario de las marcas Versace, Michael Kors y Jimmy Choo, anunció que la situación en China provocaría un lucro cesante de unos 100 millones de dólares sobre su volumen de negocios. Una situación similar ha adelantado la casa de moda británica Burberry, que con 24 de sus 64 tiendas en China cerradas, y la situación de Europa, estima que perderá de un 30 a un 50 % de sus ventas.
Pero la clausura de establecimientos da un golpe adicional: la acumulación y el exceso de “stock” (inventario), con colecciones de la temporada actual sin consumidores que las compren, que se pasarán de moda y, en el mejor de los escenarios, deberán ser rematadas en descuentos.
Si algo ha dejado claro el coronavirus es que no distingue de marcas, fronteras o clases sociales y la oleada de cierres de tiendas por la pandemia no ha hecho distinciones entre las cadenas de “fast fashion” y las grandes marcas de lujo. Todas las cadenas de moda bajaron la puerta de sus establecimientos de forma total o parcial en Asia, Europa y América. Zara ha registrado pérdidas en un 2.8 % en el primer trimestre, solo en China.
Los números de Europa. El índice MSCI Europe indica que el valor del mercado de textiles, prendas y artículos de lujo mostró caídas del 23 % y de 152 000 millones de dólares entre el 17 de enero y el 11 de marzo. A su vez, la Asociación de Creadores de Moda de España, presidida por Modesto Lomba, anunció el mes pasado, en un comunicado, que para marzo, sus socios estimaban pérdidas por valor de 90 millones de euros.
Según relataba la agencia Efe, dos fábricas búlgaras que habitualmente confeccionan prendas para firmas de lujo como Moncler o Burberry han adaptado su línea de producción a la fabricación de trajes de protección sanitaria y mascarillas. Otro de los pilares del lujo, la cosmética, también pone su parte. Las plantas de producción en suelo francés de LV, donde se elaboran perfumes y cosméticos de firmas como Dior, Givenchy o Guerlain, producirá de forma excepcional gel desinfectante gratuito para los hospitales franceses y las autoridades sanitarias.
La producción del sector con fines sanitarios no es el único gesto que ha llevado a cabo la industria del lujo. También las donaciones están desempeñando un papel importante, especialmente en Italia, donde Remo Ruffini, delegado de la firma Moncler, hizo una donación de 10 millones de euros para construir un nuevo hospital en Milán con 400 unidades de cuidados intensivos.
Giorgio Armani ha donado 1.25 millones a cuatro hospitales. Donatella Versace y su hija Allegra, hicieron entrega de 200 000 euros a título personal a la UCI del hospital San Raffaele de Milán. Miuccia Prada, Patrizio Bertelli y Carlo Mazzi, respectivamente, co-consejeros delegados y presidente de Prada, han donado dos unidades de cuidados intensivos a cada hospital milanés, y los famosos diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana han aportado fondos a la universidad Humanitas de Italia para la investigación de soluciones médicas al coronavirus.