SANTO DOMINGO. La mujer que toma bebidas alcohólicas durante el embarazo compromete la salud de su hijo, que puede nacer con bajo peso y daños en uno o varios de sus órganos, así como posibles retrasos en el aprendizaje y en su capacidad cognitiva, lo que se conoce con el nombre de “Síndrome del espectro alcohólico fetal”.
Esa situación no es solo sanitaria, también impacta de forma negativa a la familia, a la comunidad y en el empleo.
Europa ocupa el primer lugar en el consumo de bebidas alcohólicas, la región de las Américas el segundo y dentro de los países de la región, la República Dominicana aparece en la tercera posición en consumo de bebidas alcohólicas por mujeres embarazadas.
Mientras tanto, los jóvenes son los grandes consumidores y es en las Américas donde se genera mayor mortalidad y enfermedades crónicas producto de la bebida.
La doctora Maristela Monteiro, asesora en alcohol de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), sugiere que se aumente la carga impositiva y se controle la propaganda, para contrarrestar el consumo de la bebida en el país.
También propone políticas públicas o a nivel local para reducir la ingesta, así como tratamientos o intervenciones breves de servicios de salud, para las personas que tienen un consumo excesivo.
El tema fue analizado en un foro organizado por la Dirección General de Salud Mental y por el Clúster de Alcohol, del Ministerio de Salud Pública, donde se analizaron los trastornos del espectro alcohólico fetal
El Ministerio de Salud Pública comenzará a aplicar un plan en el país para crear conciencia en la población sobre los daños que causa el alcohol en las diferentes etapas.
El objetivo es entrenar al personal de salud, a través de talleres en el manejo del síndrome del espectro alcohólico fetal.
La maternidad San Lorenzo de Los Mina fue seleccionada como referente para la apertura del servicio especializado, el cual será replicado en las demás maternidades del país.
El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, dijo que, en coordinación con los organismos internacionales, la institución aplica políticas públicas como la del plan que se propone implementar, con el propósito de crear conciencia para la prevención en el consumo de bebidas alcohólicas no solo en las embarazadas, sino en la población, en sentido general. Exhortó a los centros de expendio a comprometerse con la sociedad a fin de contribuir a evitar daños irreversibles a la salud de la población y para controlar el consumo de ese tipo de bebidas.
De acuerdo con la OPS, el consumo de alcohol en las Américas es de aproximadamente un 40% mayor que el promedio mundial y el principal factor de riesgo para las muertes en varones de 15 a 49 años.