¿Qué es un alimento procesado? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se define como cualquier alimento que ha sido tratado o modificado mediante algún proceso físico o químico para evitar su deterioro. En todas las recomendaciones dietéticas resaltan avisos como “evitar lo procesado”, pero la realidad es, que muchos alimentos han sido ligeramente procesados, ya sea por estar empacado, congelado o cubierto con algún tipo conservante.
Según Paula Pérez, PhD en empaques, distintas instituciones como FDA (en inglés, Food and Drug Administration), USDA (United States Department of Agriculture) son responsables de garantizar la calidad y seguridad de los alimentos, así como, el sistema de empaque que se utiliza. Esto se logra mediante la implementación de buenas prácticas de manufactura y validación de material para evitar interacción con los alimentos. Siendo este escrutinio extendido desde los alimentos frescos y perecederos, hasta aquellos con un nivel de procesamiento más complejo.
Lo que se establece ahora según la Sociedad Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) es la clasificación de alimentos “poco procesados” ó “ultraprocesados”. Considerando estos últimos como aquellos que debemos limitar para evitar el exceso de sal, azúcar y otros elementos nocivos.
Lea la etiqueta nutricional. Es un cuadro que se encuentra en la mayoría de envasados, y cuya información nos ofrece los detalles del producto (entre ellos el valor calórico, contenido en azúcar, sal e ingredientes). Al entender su contenido, puede realizar una mejor selección.
Revise la condición del empaque. Si son enlatados, evite abolladuras, marcas o manchas. Tenemos una gran variedad de alimentos aprovechables de forma enlatada, tales como pescados, legumbres y algunas verduras.
Lea fecha de caducidad. Si la fecha de vencimiento se encuentra próxima al momento de la compra, opte por otro producto con mayor tiempo de duración.
Considere evitar los embutidos (salami, salchichas) y otras carnes procesadas.
Al aderezar las ensaladas, prepárelas a base de alimentos naturales, en lugar de aderezos procesados con etiquetas de “ligero” o “light”.
El consumo de panes y harinas, representa una de las principales fuentes del consumo de sal en alimentos procesados. Por lo que ser variado, nos permitirá un consumo menos frecuente.
Evite consumir alimentos congelados “listos para comer”.
Entendemos la necesidad de adquirir alimentos prácticos y fáciles para el consumo diario, pero también debemos ser responsables y proveer a nuestro organismo elementos saludables de forma más frecuente.