Las comparaciones no pocuran recompensas. Pero a veces hay que sacar la paja del granero. No reniego de la farándula. La respeto cuando ella sabe respetar. Y muchos viven de ella. Es –al como dice la letra del son: “lo más sublime para el alma divertir”, auque a veces se le va la mano. Tanto en cine como en moda, música o cocina la farándula huele a seducción.
Por el contrario, la cultura, obliga al multicolor, a la quema de pestañas. La farándula es hija del rumor. Exhibe el lado claro de la vida.
Sylvester Stalone es un actor mediocre. De esos que representan el prototipo del héroe norteamericano, capaz de vencer a negros, vietnamitas, latinos, musulmanes y africanos, como quien saca palomas del sombrero.
Robert de Niro (me refiero al Robert de Niro alter ego de Martin Scorcese) se ha llevado aplausos mayores.
Sin emgargo, dos de los mejores trabajos de esa pareja de profesionales fueron minimizados por el populismo ramplón de la industria de cine.
El primer descalabro lo sufrieron de Niro y Scorcerse cuando esa magistral obra de arte titulada “Taxi Driver” fue vencida por “Rocky” (dirigida por John G. Avildsen, el director de “Karate Kid” y otras cintas de artes marciales y aventuras) en la ceremonia de los premios Oscar de 1976 (aunque obtuvo la Palma de Oro en Cannes ese mismo año).
La segunda, de 1980 fue “Toro Salvaje”, que si bien le valió a de Niro el Oscar como Mejor Actor, aunque la película fue superada por “Ordinary People”, de Robert Redford, que ha pasado sin penas ni glorias. .
Las posteriores secuelas de Rocky cualquierizaron el intento del director Avildsen. Con Sylvester Stalone, Hollywood encontró un prototipo amado por una minoría racista. Y por supuesto, vendió su figura. Pero no nos engañemos: Stalone es un actor plano, sin nada que aportar. Pero la industria lo explotó. Y lo sigue explotando.
De Niro a pesar de protagonizar ciertas comedias fáciles, seguirá brillando mientras el cine exista. Hay quedan “Goodfellas”, “Casino”, “Érase una vez en América”, “El padrido 2” y “The Irishman” entre muchas otras