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domingo, noviembre 24, 2024

Léa Seydoux, la francesa imparable

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EFE / Mateo Castillo
EFE/REPORTAJES

La parisina de 36 años Léa Seydoux, que ha trabajado con diferentes directores de prestigio como Wes Anderson, Quentin Tarantino, Ridley Scott o Sam Mendes, presentó nada menos que cuatro películas en el pasado Festival de Cannes en el marco de una carrera imparable.

Léa Seydoux se ha metido a la audiencia en el bolsillo por trabajos, tanto en cine independiente como en productos más comerciales. De hecho, en uno de sus últimos trabajos comparte aventuras con Daniel Craig en “No Time to Die”, la próxima entrega de James Bond. 

En ella, volverá a meterse en la piel de la psiquiatra Madeleine Swann de la organización criminal “Spectre”, dirigida por Sam Mendes y estrenada hace seis años.

“Mi personaje no es un estereotipo. No es un cliché. Ella es una mujer real e interesante. Eso es lo que necesitábamos”, comentó la actriz a la revista  Hapers Bazaar.

Poco antes de asistir a Cannes, una de las citas cinematográficas más importante del calendario, la actriz francesa dio positivo en covid-19. “Tristemente, tengo que ponerme en cuarentena en Paris y no voy a poder asistir al Cannes Festival Film este año”, dijo la actriz, según publicó Variety.

“Desearía poder celebrar la vuelta del cine a mi festival favorito, pero es lo mejor para todos pecar de cautelosa y poner de mi parte para mantener a todos sanos y a salvo”. 

En el festival, Seydoux debía presentar nada más y nada menos que cuatro películas en las que interviene: “The Story of My Life”, de la directora Ildikò Enyedi; “The French Dispatch”, de Wes Anderson; “Deception”, de Arnaud Desplechin, y “France”, de Bruno Dumont.

“Aplauso a mis cuatro directores y al elenco por sus notables logros. Desde la distancia y en pensamiento, estoy con vosotros con todo mi corazón”, trasmitió la actriz.

“Es una estrella de cine, pero también es un muy sencilla y muy divertida”, dijo sobre ella Dumont, el director de “France”, durante la rueda de prensa de la presentación de la película.

Seydoux ya tiene en su poder una prestigiosa Palma de Oro que ganó en 2013 por la película “La Vie D’Adèle” y que compartió con su compañera de reparto Adèle Exarchopoulos y el director Abdellatif Kechiche.

LA PRIMERA DE LA FAMILIA QUE DIO EL SALTO AL OTRO LADO DE LA PANTALLA

Pero antes de labrarse una carrera en el cine y ver su nombre en películas alabadas por la crítica, Seydoux era una niña muy tímida.

“Estaba completamente en mi propio mundo. No estaba conectada con la gente. Estaba en mi propia burbuja. Pero, al mismo tiempo, siempre fui muy consciente de lo que me rodeaba. Lo que es un poco una contradicción”, relató al medio  Hapers Bazaar.

Nació en 1985 en París, la capital de Francia, y es hija de una filántropa y un hombre de negocios. Su abuelo, Jerôme Seydoux es productor y presidente de Pathè, una marca cinematográfica.

Sus tíos abuelos son productores y su padre es el director de la compañía francesa Parrot, en la que construyen aeronaves no tripuladas. Sin embargo, Léa parece ser la única que se interesó por dar el salto al otro lado de la pantalla. 

Cuando era pequeña quería ser una cantante de ópera, según contó a C Magazine en 2020.

“Tenía una voz preciosa, pero la perdí. Era muy tímida”, dijo al medio.

“Fui al Conservatorio de París e intenté aprender a cantar correctamente. Era muy difícil. Tienes que hacer todos los ejercicios de respiración. Tienes que tener un régimen muy estricto… Me resultaba muy complicado”, comentaba.

Así que la vida la llevó por el camino de la interpretación y en 2006, con 20 años hizo su debut con “Mes Copines”, una comedia franco belga.

Un año después llegó “Un vieille maîtresse” y “Les vacances de Clémence”;  “La belle personne” la rodó en 2008.

En 2009 tuvo su primera oportunidad fuera del cine francés con un pequeño papel, como Charlotte LaPadite, en “Inglorious Basterds”, de Quentin Tarantino y, desde entonces, Seydoux ha compatibilizado títulos más independientes y minoritarios con grandes producciones comerciales de Hollywood.   

Trabajó después con Woody Allen en “Midnight in Paris”; con Ridley Scott, en “Robin Hood”, y con Wes Anderson, en “Grand Hotel Budapest”, con quien repite en “The French Dispatch”.

En 2013 estrenó “La vie D’Adèle”, por la que ganó la Palma de Oro en Cannes. Luego llegó la controversia sobre la forma que Kechiche, el director del filme,  había tratado a las actrices, especialmente en lo relativo al rodaje de una escena de sexo entre ambas.

“No, no la odié exactamente”, dijo sobre el largo a The Guardian recientemente, “las cosas en la vida no son nunca blanco o negro. Siempre son más complejas. Estoy realmente orgullosa de la película.Creo que es un gran director. Lo que odié fue la sensación de estar siendo cosificada. Así que hubo cosas que odié y otras que amé. Pero sí, ser cosificada es un sentimiento realmente horrible”, añadió la actriz.

A Seydoux le gusta mantener su vida privada así, privada, fuera de las cámaras. Ni siquiera tiene redes sociales. Tuvo Instagram durante un tiempo, pero decidió que no iba con ella. Desde hace años su pareja es Ándre Meyer y tiene un hijo.

“No quiero que la gente sepa lo que estoy haciendo. No quiero mostrar el “backstage” de mi vida. Prefiero la intimidad”, dijo a C Magazine.

 

 

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