22.1 C
Dajabón
sábado, noviembre 23, 2024

Cuando el mundo es consumido por el fuego, inundado y paralizado por un virus global, sólo un remedio puede ayudar realmente, la unidad

Recomendadas

Por Eloenai Lora (Elio)- New Jersey, US

Sólo nuestra solidaridad, nuestro sentido de responsabilidad mutua, puede elevarnos por encima de los impedimentos que nos impone la naturaleza. Podemos pensar que debemos resolver cada crisis por separado, pero nos equivocamos. Todas las crisis están vinculadas en su raíz y si curamos la raíz común, resolveremos las crisis.

Puede parecer extraño que la naturaleza nos golpee con castigos físicos y debamos responder con remedios emocionales, como conexión y responsabilidad mutua. Por ejemplo, ¿Dónde está el vínculo entre las inundaciones y el amor?

Científicamente está demostrado que todos los sistemas de la naturaleza están conectados. Existen innumerables disciplinas científicas y estudios interdisciplinarios que investigan la conexión e interdependencia entre las partes de nuestro ecosistema global, que es el planeta Tierra, incluso nuestro sistema solar, la Vía Láctea donde estamos situados en el espacio y en última instancia, el universo. Todo está conectado y todo afecta a todo lo demás.

Cuando se manifiesta un mal funcionamiento, como el verano de este año, cuando es claro que el clima está mal, debemos examinar no sólo el clima regional donde ocurrió un evento extremo, sino todo lo que está relacionado con él. Con el tiempo, vemos que incluso los eventos locales, como las severas tormentas de granizo, están conectados con todo lo que está sucediendo en el mundo. Para encontrar la causa de los problemas, debemos encontrar qué elemento o elementos del sistema son disfuncionales. Si los encontramos y los corregimos, el sistema recuperará su equilibrio y no se provocará el efecto mariposa que lleva a la creación de cataclismos.

Cuando vemos a la naturaleza, sólo hay un elemento cuyas acciones son cada vez más incongruentes: el hombre o más específicamente, el comportamiento humano. Particularmente en las últimas décadas, hemos permitido que el ego se vuelva loco y exija lo que quiera. Consagramos el comportamiento despreocupado, descuidado y principalmente irreflexivo y rechazamos resueltamente la idea misma de responsabilidad. Como resultado, en lugar de ser libres, somos esclavos de nuestro ego, que está destruyendo el planeta, matando a millones de personas y extinguido especies enteras. Irónicamente, en nombre de la libertad, negamos la libertad de innumerables personas y nosotros tampoco somos libres; nos convertimos en siervos de nuestro ego y arruinamos nuestro mundo.

Ahora que nuestro mundo arruinado ya no puede sostenernos, se está derrumbando, se colapsa. Nosotros cortamos la rama en la que estamos sentados y estamos a punto de caer con ella. Sólo hay una forma de salvarnos de la aniquilación: controlar nuestro ego excesivo. Si nos volvemos considerados y mutuamente responsables, si restauraremos el equilibrio que le negamos a la naturaleza, ese equilibrio restaurado calmará las tormentas. Llevamos a la naturaleza al límite; desatamos la tormenta sobre nosotros mismos, pero también podemos restablecer el equilibrio y calmar el mundo. Lo único que tenemos que hacer es dejar de pensar sólo en nosotros mismos y empezar a tener en cuenta a todos.

- Publicidad -

Más noticias

- Publicidad -

Noticias recientes