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domingo, noviembre 24, 2024

Todo lo que debes saber del Salón de la Fama de Cooperstown

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Desde que el Salón de la Fama de Cooperstown tuvo la exaltación de su primera camada de jugadores, se ha convertido en la mayor conceptualización de la excelencia para representantes del béisbol en Estados Unidos. Y muchos son los que opinan que allí se ubica el hogar del juego de la pelota y el bate.

La primera clase exaltada estuvo compuesta por los altamente recordados Babe Ruth, Honus Wagner, Christy Mathewson, Walter Johnson y Ty Cobb, elegidos a la inmortalidad en 1936, aunque no serían inducidos al templo de Cooperstown hasta 1939, cuando el museo abriría sus puertas.

 

Desde entonces las elecciones para dicho salón han estado dirigidas por escritores de béisbol, además de la vía de ingreso a través de los denominados comités de veteranos, eligiendo más allá de jugadores, también a los mánagers, gerentes y otros representantes del juego en calidad de propulsores.

¿Por qué el Salón de la Fama tiene sede en Cooperstown?

Es altamente conocido que el Salón de la Fama tiene su sede en Cooperstown, pequeño pueblo de Nueva York, aunque ¿se han preguntado el por qué?

Todo comenzó en 1905, cuando fue nombrada la «Comisión Mills» para descubrir el origen del béisbol. Tal estudio estuvo a cargo de siete hombres, mismo que duraría tres años en su proceso de investigación.

Los hombres al mando de la comisión fueron AG Mills, un exjugador de béisbol y expresidente de la Liga Nacional; Excmo Morgan G. Bulkeley, exgobernador y posterior senador estadounidense; Excmo Arthur P. German, senador y expresidente del Club Nacional de Béisbol de Washington; Nicholas E. Young, secretario y expresidente de la Liga Nacional; James E., presidente de la Unión Atlética Amateur, así como los exjugadores y empresarios, Alfred J. Reach y George Wright.

El informe final del comité antes citado, revelado en 1907, declaraba que: «el primer esquema para jugador béisbol, según la evidencia obtenida hasta la fecha, fue ideado por Abner Doubleday en Cooperstown, New York, en 1839″, de acuerdo con la Sociedad de Béisbol para la Investigación Americana (SABR, por sus siglas en inglés).

Pasado el tiempo, Stephen C. Clark, residente y filántropo de Cooperstown, apoyado de forma económica por una compañía de ventas de máquinas de coser, tuvo la idea de exhibir el béisbol en una habitación en Village Club, Cooperstown, pequeña exposición que atrajo un alto grado de interés.

De la mano de Alexander Cleland, socio de Clark, estos buscaron el apoyo para la creación de un museo nacional de béisbol, recibiendo el entusiasmo de Ford Frick, presidente de la Liga Nacional, así como el respaldo de Kenesaw Mountain Landis, primer comisionado de Grandes Ligas, y William Harridge, presidente de la Liga Americana.

¿Qué se puede encontrar en el Salón de la Fama de Cooperstown?

El Museo del Salón de la Fama va mucho más allá de los discursos de inducción de representantes del béisbol anualmente, donde además de encontrar las placas de cada miembro exaltado, los visitantes podrán encontrar archivos históricos en fotos o manuscritos, libros, medios grabados, así como un largo sinnúmero de artefactos.

De igual modo, dentro del museo se encuentra el «Teatro de la Tribuna», donde se proyectan películas breves sobre la belleza, esplendor y mitos del béisbol.

Asimismo, el Salón de la Fama de Cooperstown cuenta con una biblioteca y edificio dedicados a la investigación del juego de las bolas y los strikes, lanzado en 1994.

¿Cómo puede un jugador ser candidato al Salón de la Fama?

Los requisitos para la inmortalidad son bastantes simples: tener cinco años o más de retiro y haber jugado mínimo diez temporadas en las Grandes Ligas del béisbol de Estados Unidos.

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