“Quiero que me traigas una corona”, fue la primera frase que le dijo su hija a Chantal Silliman cuando se enteró de que iba a participar en el concurso Señorita Santiago Universo, mismo que ganó el pasado sábado 10 de septiembre, convirtiéndose en la primera madre y esposa dominicana que participa en el Miss República Dominicana Universo.
La mujer, de 26 años, tomó las palabras como impulso luego de enterarse de que la organización modificara las reglas y aceptara candidatas casadas y con hijos, con lo que se logró que mujeres que tenían las puertas cerradas demuestren que pueden ser buenas reinas de belleza.
“Cuando leí que una madre podía entrar al concurso, yo pensé que quería servir como inspiración, para que otras chicas me vean y digan si ella pudo entrar al concurso yo también puedo”, comentó la entrevistada a Listín Diario.
Entiende que siempre se ha buscado limitar a las mujeres en el ámbito político, social y laboral, pero que con el tiempo se han ido abriendo puertas, de manera que la brecha que abrió el concurso es “excelente”.
La ganadora del certamen local es hija de un estadounidense y una dominicana. Es oriunda de “la Ciudad Corazón”, lugar donde John Silliman y Sandra Sosa se conocieron y se encargaron de darle una buena crianza, educación y gran apoyo, así como una infancia bonita y de buenos recuerdos.
Silliman se describe como una persona extrovertida y creativa a la que le encanta expresar sus ideas en el diseño y en las artes, incluso bailando, siempre y cuando baile sola. Además, considera que es un buen ser humano, porque siempre está dispuesta a ayudar a personas necesitadas.
Conoció a su pareja en Estados Unidos y se casó con él cuando tenía 19 años, llegando a cumplir el sueño que tuvo desde que era una niña de formar una familia. Sus hijos son John Melo, de 6 años, y Ella Melo, de 4 años.
“Mis hijos me hacen feliz y yo hago todo para que ellos estén bien… Me hace sentir en armonía escucharlos reír cuando compartimos en familia”, dijo sobre sus retoños.
Había empezado a estudiar la carrera de arquitectura, pero después de un tiempo se integró al Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) para estudiar la profesión de diseño de interiores.
Anteriormente no había participado en un reinado, pero cuando se enteró de que la famosa competencia había cambiado sus reglas se quedó en “shock”. Ese día estaba en la sala de estar de su residencia y se dirigió a la habitación de su hija, busco una corona de jugar de la infante y luego fue a donde su esposo para decirle: “Soy la Miss”.
Palabra clave
Su pareja reaccionó comentándole que no era permitido por su estado actual, pero luego de explicarle lo que estaba pasando éste le dijo: “Hazlo”, palabra que le sirvió como impulso, ya que creía que por estar casada y ser madre, quizás no la apoyaría por el nivel de exposición y los cambios que esto traería a sus vidas.
Adicionalmente, dijo que las mujeres casadas deben tener pendiente el hecho de que cuando sus parejas no les permiten brillar es porque no las quieren, ya que una persona que aprecia a otra quiere verla siendo exitosa y haciendo las cosas que le gustan y hacen feliz.
“Fue un alivio recibir el apoyo de mi pareja, eso me hace sentir que elegí la persona correcta para pasar el resto de mi vida y que sea el papá de mis hijas, porque en este tipo de momentos te das cuenta de si elegiste a la persona correcta”, citó.
Belleza
Antes de casarse ella solía usar normalmente tacones y tener otra rutina de belleza, la cual cambió cuando empezó su matrimonio, debido a que empezó a maquillarse de manera sencilla y a vestirse con ropas “cómodas” para atender a los niños y compartir con ellos.
Poder participar en el concurso le devolvió la oportunidad de volver a ser más femenina y recuperar la esencia que le hace sentirse bien consigo misma, de manera que pueda seguir siendo inspiradora para su hija cuando la observa vestida de reina.
“Concursé para motivarme a volver a ser yo antes que una mamá, no ser Chantal la mamá, sino volver a mi esencia”, dijo con emoción en los ojos y una gran sonrisa.
Se preparó para la competencia con el fin de representar a Santiago, para lo que estudió oratoria, pasarela y otros procesos de preparación con especialistas de concursos de belleza.
Siempre que salía a ensayar, a tomarse fotos o a realizar actividades de la organización le decía a Ella “mami está trabajando para traerte la corona”, razón por la que obtenerla y que la niña pueda verla en su casa ha tenido un gran significado para ella.
Experiencia
Explicó que ganar el concurso no se le hizo difícil, pero que uno de sus únicos sacrificios fue abstenerse a comer menos alimentos de los que normalmente ingiere para poder sentirse segura al desfilar en traje de baño y recuperar la figura que tenía en el pasado.
Al enterarse de que obtuvo la corona se sintió muy emocionada y orgullosa, porque para ella valió la pena haber trabajado siendo ella misma y transmitiendo buenos valores a los espectadores del concurso.
“Brinqué a la fama muy rápido, todavía no he publicado un mensaje de agradecimiento porque todavía no lo creo. Gané esa noche y para mí fue un choque de emociones”, comentó respecto a la experiencia luego de la coronación.
Considera que en los certámenes las personas crecen mucho profesionalmente y que se adquieren enseñanzas que sirven para otros aspectos de la vida, así que en el futuro quiere ver esta experiencia como una etapa de aprendizaje y autocrecimiento.
Finalmente, dijo que todos los días recibe cientos de mensajes por parte de mujeres que le brindan su apoyo, algo que es sumamente importante para ella.
La Organización del Miss República Dominicana Universo designó a la señorita Andreína Martínez Founier, quien representará al país en el certamen de Miss Universo 2022, informó la directora de la entidad Magali Febles.
Miss Universo 2022 se llevará a cabo el 14 de enero del 2023 en Nueva Orleans, Estados Unidos.
El representante de Chantal Silliman explicó que la ganadora del concurso Señorita Santiago Universo participará en la elección que la organización local realice con miras al Miss Universo 2023.