Doña Perpetua, deme 25 pesos de longaniza, una sopita, cinco de verduras y diez de salsa y sazón líquido”, esa fue la primera frase que el equipo de LISTÍN DIARIO escuchó cuando entró al colmado “Casa Jiménez”, ubicado en el barrio Vietnam en Los Minas.
Ese tipo de expresiones, junto a otras como “apúntame eso ahí hasta que cobre”, son parte de la cotidianidad que se vive en los colmados, establecimientos que representan la columna vertebral del comercio detallista en República Dominicana y que siempre han sido auxilio de las familias que perciben menos ingresos.
Desde su origen como pulperías, los colmados se convirtieron en el día a día de las compras de las familias de casi todos los niveles económicos, convirtiéndose “el colmadero” en un personaje clave en la vida del sector donde permanece, conocedor de hasta los más delicados secretos de la comunidad y ente de equilibrio a la hora en que se acaban los ingresos familiares, siempre está dispuesto al “fiao”. Muchos de estos micronegocios han transformado su modelo de venta de productos, sin embargo conservan su esencia del expendio al detalle, ya que esto le facilita la vida a quienes tienen poco dinero, muestra de ello es el caso de la familia Jiménez, quienes tienen más de 40 años siendo colmaderos y aún venden al detalle.
Emilio Jiménez, propietario del colmado “Casa Jiménez”, explica que en su establecimiento se detalla de todo, ya que es la masa pobre que compra en esos negocios y no tienen para estar comprando por paquetes.
“Hay que buscarle la vuelta a los clientes, a veces vienen con RD$100 y hay que estirarlos lo más que uno pueda”, dice.
La naturaleza de los colmados ha sido, desde siempre, ser la mano amiga de los pobres. Ser quienes le facilitan ese “fiao” de la comida diaria a quienes no tienen dinero un día para comprar la comida.
Jiménez manifiesta que la costumbre de tomar créditos aún se mantiene, lo que en un momento determinado representa un riesgo para estos negocios, ya que muchas veces hay personas que no pagan o simplemente se mudan dejando una cuenta por pagar.
“El colmado es mejor que un supermercado”
Alba Santana, residente del barrio Vietnam y quien se suple en los colmados, asegura que estos negocios son mejores que los supermercados.
Dice que los grandes establecimientos venden demasiado caro y que además no le quedan tan cerca como el colmado que tiene al lado de su casa. “En el colmado me venden todo al detalle y bien. ¿Supermercado? ¿Y es fácil? (…). Yo con RD$25 de aceite cocino y hago hasta cena, eso no lo puedo hacer en un supermercado”, afirma.
Destaca que con RD$400 hace la comida y cena de su casa, donde habitan siete personas y asegura que con eso compra lo que necesita en el día. El colmado es la alternativa a la que cada día recurren cientos de dominicanos que carecen de gran poder adquisitivo para realizar una compra completa en un supermercado. Y el colmado “Casa Jiménez” es una muestra de esta realidad, día a día reciben a cientos de clientes.
Se dice que los colmados son el mejor medidor de la economía, y esta expresión no está lejos de la realidad. Detrás de un mostrador, los colmaderos escuchan diariamente las quejas de sus clientes por los altos precios de los productos de la canasta básica y la falta de dinero.
Sector importante de la economía
El impacto que tienen estos comercios en la población y economía dominicana es significativo.
De acuerdo con el presidente de la Confederación de Comercio y Pymes de la República Dominicana (Confecomercio), Gilberto Luna, los colmados aportan alrededor de un millón de empleos directos e indirectos a la economía dominicana
“Los colmados en nuestro país representan una movilidad de personal, entre propietarios, hijos y empleados de alrededor de 500,000 personas”, refiere.
La transformación
Cambio de negocios
A finales de la década de los 70, ya las famosas pulperías y colmados comenzaron a transformar su modelo de negocios y así lo afirma el presidente de Confecomercio. Gilberto Luna explica que la mayoría de los colmados se han visto obligados a vivir un proceso de transformación para permanecer en el mercado. Argumenta que estos negocios han evolucionado acorde con las necesidades de los clientes. Refiere que la incorporación de las bancas de loterías, los ‘delivery’ y la venta de recargas de celulares ha sido esencial para ellos.
Evolución
Bebidas alcohólicas y juegos de azar
La evolución ha sido tanta, que de pulperías han pasado a convertirse en colmadones, siendo estos últimos lugares para bailar, tomar bebidas alcohólicas y hasta para jugar juegos de azar con las famosas máquinas tragamonedas.
Ventajas
Horarios flexibles
A diferencia de los supermercados, los colmados le brindan a sus clientes un horario flexible que les permite abastecerse de cualquier producto. Los establecimientos consultados por este medio indicaron que abren sus puertas a las 7:00 de la mañana y cierran a las 11:00 de la noche, sin importar si son días feriados.
COLMADOS INSEGURIDAD Y APAGONES
PRINCIPALES MALES
DESAFÍOS. Así como los colmados son para los pobres su principal centro de abastos, asimismo son para los delincuentes su principal foco de atraco.
Durante el recorrido realizado por un equipo del LISTÍN DIARIO, solo se escuchaban dos desafíos por parte de los dueños de colmados visitados: inseguridad y apagones, principales males que azotan a los colmaderos.
El presidente de la Confederación de Comercio y Pymes de la República Dominicana (Confecomercio), Gilberto Luna, corroboró esas afirmaciones que hicieran los pequeños comerciantes.
Durante una entrevista, el dirigente comercial, consideró que además de la delincuencia y la falta de energía eléctrica, el sector detallista se enfrenta a otros desafíos importantes como la falta de relevo y la resistencia a la transformación del negocio.
Sostuvo que en la actualidad la mayoría de los dueños de estos negocios son personas mayores y no jóvenes. Destacó que muchas veces los hijos de los dueños de colmados no quieren participar en el establecimiento y no se identifican con él.
“Para mí la delincuencia y la falta de relevo son los desafíos más grandes que tiene el sector”, dijo.
La Oficina Nacional de Estadísticas registra muy pocos negocios formales
Algo que llama a la atención es la poca cantidad de colmados y pulperías que están formalizadas. De acuerdo con los datos ofrecidos por la Oficina Nacional de Estadísticas, al 2016 solo habían registrados 1,477 colmados y pulperías, lo que se contrapone con los más de 70,000 establecimientos que hay en el país, según el presidente de Confecomercio, Gilberto Luna. El dato, también deja en evidencia que la mayoría de estos establecimientos operan de manera informal, ya que el Directorio de Empresas y Establecimientos que registra a las empresas formales, muestra un número muy distante a los datos ofrecidos por el dirigente comercial.
1,477
De acuerdo con el Directorio de Empresas y Establecimientos correspondiente al año 2017, de los 1,477 colmados y pulperías formales, solo 159 se encuentran establecidos en el Gran Santo Domingo, siendo el municipio de Santo Domingo Este el que más concentra este tipo de negocios con 88.