La serie “El ganador”, que recoge la vida de Nicky Jam, supuso desde el principio un gran reto tanto para el artista urbano nacido en Estados Unidos como para el director dominicano Jessy Terrero.
Para Nick Rivera Caminero, nombre de nacimiento del intérprete de “Voy a beber”, por desnudar su alma y revivir para el mundo su pasado, sus demonios, sombras, dolores y tormentos; mientras que para Terrero representa la transición de la dirección de videos musicales a la de series.
Entre ‘flashbacks’ y transiciones de las épocas, la serie cuenta desde cómo se conocieron sus padres Ysabel Caminero, dominicana, y José Rivera, puertorriqueño, hasta el primer concierto que realizó en el Coliseo de Puerto Rico, hace tres años, y en el que finalmente logra reunir a toda su familia y amigos.
Desde muy pequeño, cuando su familia estaba compuesta por sus padres y su hermana menor Stephanie, estuvo expuesto a los vicios. Eran una familia con bajos recursos, Nicky desarrolló dependencia por el Percocet y entró al círculo vicioso de las drogas y el alcohol hasta perderlo todo, incluso, casi la vida.
Mientras alzaba vuelo, aprovechó otra “conducta aprendida” como fueron las relaciones sentimentales inestables.
Nicky andaba de mujer en mujer y procreó cuatro hijos con distintas madres. Como todo un picaflor, en una ocasión por defender a una desconocida, hasta se vio envuelto en un asesinato por el que estuvo varios meses en la cárcel. Fueron muchas las relaciones de amistad y trabajo que su rebeldía le quitó. Antes de ser un Cangry, junto a Daddy Yankee, fue empacador en un supermercado en Puerto Rico, donde llegó a los 10 años luego que su madre desapareciera debiendo 2,000 dólares en drogas y su padre fuera atrapado y apresado intentando vender estupefacientes para saldar esa deuda.
El artista de 37 años no solo las consumió y se hizo adicto, sino que también estuvo en un “punto” en Nueva York, donde fue atrapado. Para ese entonces, él y Yankee se escondían por amenazas de muerte que habían recibido.
Aunque estuvo más cercano a su padre, Nicky relata que tuvo que venir a República Dominicana a buscar y perdonar a su progenitora (a quien en varias ocasiones vio manteniendo relaciones sexuales con distintos hombres, ut i l izando drogas, y mostrando cambios súbitos de temperamento) , tras entender que la vida que llevaba era a causa de los narcóticos. “No se daba cuenta”, justifica. La ayudó a desintoxicarse así como su padre lo hizo con él.
EN MEDELLÍN INICIÓ UNA NUEVA VIDA
BIOGRÁFICA.
“Nicky Jam, El ganador”, disponible en Netflix, muestra, desde la perspectiva del cantante, cómo ha sido su vida y por qué decidió alejarse de todo en Medellín, Colombia, donde casi pierde la vida, y es cuando empieza a verla con nuevos colores y enfoque. Una lección de madurez, crecimiento y humildad, cierran los 13 capítulos de la serie biográfica en la que el propio Nicky actúa los últimos años de la misma