Ingenieros espaciales japoneses se disponen a realizar el primer ensayo real de un futuro ‘ascensor espacial’ que conecte la Tierra con una estación orbital mediante un cable de transporte.
El experimento, primero que se realizará en el espacio de una tecnología de este tipo, ha sido diseñado por un equipo formado por investigadores de la Universidad de Shizuoka y otras instituciones
Se usarán dos satélites cúbicos ultrapequeños, que fueron desarrollados por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Shizuoka. Cada satélite mide 10 centímetros de lado, y se empleará un cable de acero de aproximadamente 10 metros de largo para conectar los satélites.
El par de satélites se lanzará desde la Estación Espacial Internacional (EEI), y un contenedor que actúa como una cabina de ascensor se moverá en un cable que conecta los satélites utilizando un motor. Una cámara conectada a los satélites registrará los movimientos del contenedor en el espacio.
Los microsatélites serán transportados al complejo orbital por el carguero no tripulado H-IIB-7 japonés, que está programado para su lanzamiento desde el Centro Espacial Tanegashima el 11 de septiembre, junto con otros satélites pequeños.
Aunque un experimento para extender un cable en el espacio se ha llevado a cabo anteriormente, será la primera prueba para mover un contenedor en un cable en el espacio exterior. Si el experimento resulta exitoso, servirá como un paso adelante para realizar ascensores espaciales.
Si alguna vez se fabricase un ascensor espacial, las personas podrían viajar a complejos en órbita sin usar un vehículo de lanzamiento y transportar suministros a bajo costo. Se prevé que una variedad de suministros, como paneles para la generación de energía solar y materiales para investigación y desarrollo en el espacio, también podrían ser transportados al espacio, informa el diario nipón The Mainichi.
El contratista principal Obayashi Corp., que participa en el experimento como asesor técnico, también está estudiando un ascensor espacial por sí mismo. Bajo el concepto de la empresa, seis módulos de forma ovalada, cada uno de 18 metros de largo y 7,2 metros de diámetro con una capacidad de 30 personas, constituirán un ascensor espacial. Se usará un cable que conecta una plataforma que se instalará en el mar con una estación espacial a unos 36.000 kilómetros de altitud. El elevador se moverá hacia arriba y hacia abajo usando una polea de motor eléctrico.
Los investigadores esperan que un ascensor espacial pueda acelerar hasta 200 kilómetros por hora y llegar a una estación espacial ocho días después de la salida de la Tierra. La longitud total de un cable que se utilizará para el vehículo será de 96.000 kilómetros. Se espera que el costo del transporte sea de varias decenas de miles de yenes por kilogramo de carga, aproximadamente una centésima parte del costo del transbordador espacial.
«En teoría, un ascensor espacial es altamente plausible. Los viajes espaciales pueden convertirse en algo popular en el futuro», dijo Yoji Ishikawa, de 63 años, quien dirige el equipo de investigación.
Sin embargo, varios desafíos esperan a los investigadores, antes de que puedan hacer que los elevadores cósmicos se hagan realidad, y el éxito en el desarrollo de un cable de alta resistencia es un factor clave. Dichos cables deben ser resistentes a los rayos cósmicos de alta energía. El nanotubo de carbono es un candidato fuerte para los materiales que componen los cables. Otras tareas incluyen averiguar cómo transmitir electricidad desde la Tierra al espacio y cómo evitar que los desechos espaciales y los meteoritos choquen con los elevadores espaciales.