El dominicano estuvo en el centro de dos visitas a la Serie Mundial durante la década de los 90, dentro de uno de los equipos más competitivos de la memoria reciente en las Grandes Ligas.
Manny Ramírez fue uno de los mejores bateadores que vio acción en las Grandes Ligas. Independientemente de la forma controversial en la que su carrera profesional terminó y de las consideraciones que se puedan tener sobre su persona, resulta un hecho innegable que el paso de Ramírezpor MLB es bien recordado por múltiples fanaticadas, en especial cuando se habla de Boston. Sin embargo, el dominicano también dejó una marca imborrable en la historia de la franquicia de Cleveland, equipo que le permitió lograr su sueño de jugar en la “Gran Carpa”.
Celeveland Guardians anunció durante el pasado mes de abril que durante el sábado 19 de agosto estará exaltando a Manny Ramírez (junto a Dale Mitchell) al Salón de la Fama del equipo.
Ramírez fue seleccionado por Cleveland durante el Draft de Novatos de MLB de 1992. Es importante recordar que, a pesar de nacer en República Dominicana, «Manny» fue a estudiar a los Estados Unidos y elegido desde la George Washington High School de Nueva York en el referido sorteo de prospectos.
Desde 1993 hasta el año 2000, Ramírez fue una fuerza imparable dentro de Cleveland, siendo parte esencial de dos viajes a la Serie Mundial. Con el equipo ganó tres premios Bate de Plata y fue seleccionado para participar en cuatro Juegos de Estrellas.
En sus ocho temporadas con el conjunto, Ramírezbateó para promedio de .313 con porcentaje de embasarse (OBP) de .407 y slugging (SLG) de .592. Disparó 236 cuadrangulares y remolcó 804 carreras. Es líder histórico de la franquicia en OPS (.998), SLG, cuarto en OB, octavo en impulsadas y noveno en batazos de bases extra (484). También tiene la marca del conjunto de más vueltas remolcadas en una campaña con 165 (1999).
En postemporada junto a Cleveland, Manny Ramírez es segundo en la historia de la franquicia en cuadrangulares con 13, detrás de Jim Thome (17).