La mayoría de los que promueven San Valentín te hablan de celebrar este día solo con tu pareja, de celebrar el amor de dos personas. Esto es algo maravilloso y lo apruebo y lo animo, pero cuando ya hemos formado una familia maravillosa y nos pasamos los dos el día trabajando y nuestros hijos en manos de terceras personas, quizás nos encontremos con un sentimiento de injusticia el volver a dejarlos solos para nosotros irnos a realizar “una cena de enamorados”.
Por eso, hoy te quiero proponer que este año festejemos el Día de San Valentín en familia, porque después de todo, ¿qué mejor motivo para festejar que estar enamorados de la vida, en este caso de nuestra vida y de nuestra familia?
Aprovechemos este Día de San Valentín para recordarles a todos en la familia, no sólo a nuestra pareja, cuánto los queremos. ¿Qué crees que pasaría si incluyes a tus niños en esta celebración? No tengas miedo, puedes animarte y pensar que es la mejor oportunidad para estar más creativos y darle a esta fecha un toque de originalidad.
Me pelearás leyendo esto, que donde está la pareja; pero la pareja está ahí, no se ha ido ni se ha perdido. Podemos salir a cenar románticamente cualquier otro día; pero siento que los comercios se pasan 15 días bombardeándonos a todos, grandes y pequeños con esta fiesta del amor, pero de pronto, vamos a dejar solos a los personajes de nuestras vidas que más amamos. Podemos cambiar este año y veremos que tal nos va, ¡una prueba!
Convierte a tus hijos en cómplices de una cena romántica a la luz de las velas, en las que ellos participan en el antes y el después. Durante el día, pídeles que te ayuden a elaborar un menú especial para disfrutar todos juntos. Anímalos a decorar la mesa con corazones realizados por ellos mismos, quizás escribir algo bonito. Adornar la casa con unos globos rojos.
Coloca una música romántica y anímate a bailar, los pequeños disfrutaran muchísimo viendo a papá y mamá bailando música amorosa. Quizás puedan poner el vídeo que tienen olvidado de su boda y compartirlo con los chicos. A su falta, saquen las fotografías de ese gran día y disfruten el momento entre todos. Les pueden contar como transcurrió ese momento tan especial cuando todavía ellos no estaban presentes.
Más allá del festejo del día de los enamorados, nunca está de más mimar y honrar a nuestros seres queridos, para luego llevar durante todo el año las bendiciones del amor en el corazón.
Aprovecha la ocasión para celebrar el amor con esas personas que tanto amas. Dedícales a ellos la atención especial que damos a otros ese día. El amor se hace presente y real cuando se manifiesta, cuando se expresa, cuando se demuestra.
No es necesario excluir a tus hijos para pasar un rato ameno y romántico con tu pareja. Si estamos celebrando el amor, ellos son la excusa perfecta y los mejores cómplices en este día. Además, recuerda que ellos son el fruto de nuestra historia de amor juntos.
El que seas padre soltero no quiere decir que no puedas celebrar este día con tus hijos. Anímalos a ellos a celebrarlo entre todos, hacer una celebración diferente, cenar algo que les guste, llenar de corazones la casa, demostrarse el cariño que comparten unos con otros y pasar una noche llena de sentimientos, creando recuerdos para el futuro.
A fin de cuentas se trata de demostrar a nuestros hijos los valores de la amistad y el amor que nos hacen sentir bien. Estos se trasmiten con abrazos, sonrisas y buenas palabras. No se necesita comprar nada especial o material en una tienda cuando en nuestra casa tenemos lo que queremos, siempre que lo expresemos con sinceridad a nuestros seres queridos, las personas que más amamos.
¡Feliz día de San Valentín!