La metamorfosis laboral experimentada por Julio Clemente desde sus primeros años a la actualidad, cuando ya es figura de televisión, quedó marcada a través de los oficios de limpiabotas, cobrador, chofer, ayudante de camión, platanero, payaso y hasta actor de la lucha libre.
Sin embargo, su horizonte estaba un tanto distante del sudor de las calles y en algún momento de la vida se fijó en la caja mágica, en la televisión.
Ya con la idea más clara de lo que quería, en esos pensares de la vida un rayito de esperanza se asomó por su ventana. Una mañana de junio del año 1994 tomó “una bola” hacia las instalaciones del canal 4, hoy Corporación Estatal de Radio y Televisión.
Era su primera visita al programa de Yaqui Núñez del Risco donde conversó con el productor Eriko Zapata, quien le permitió dar sus “primeros pasos” en el humor, al incluirlo en el proyecto “Caribe Show”, junto a los comediantes Miguel Céspedes, Raymond Pozo, Karla Hatton y Orlando Flores.
Productor de televisión
Sin embargo, “en casa de pobre la alegría dura poco”. Una situación que se produjo dentro del programa “Caribe Show”, y su posterior salida del aire, provocó que sus compañeros iniciaran “La Opción de las 12” en Telemicro. Y él se quedó “sin pito y sin flauta”.
Su ya amigo Eriko Zapata, cuenta él, volvió a intervenir a su favor y le solicitó que fuera asistente de producción del programa “La Maquinaria Musical”, producido por Héctor Reynoso, a través de Telecentro, canal 13.
En “La Maquinaria” terminó como productor y logró ser nominado a Premios Casandra (hoy Soberano), de aquel entonces. Posterior a ello se trasladó a la ciudad de Santiago, e inició la dirección de un canal del cable.
Ya para el año 1999 su amistad con Frederick Martínez (El Pachá) se acrecentaba. Este último le propuso que le acompañase en la producción de un nuevo proyecto televisivo denominado “Sabadazo con El Pachá”, en el que fungió como camarógrafo y asistente de producción.
La disciplina de prepararse constantemente fue lo que dio soporte a su vocación en la comunicación, como sucedió cuando decidió estudiar periodismo en el Instituto Dominicano de Periodismo Dr. Pitaluga Nivar.
Luego fue entrenado, junto con otros jóvenes, por expertos de cadenas televisivas como Telemundo y Univisión, con quienes aprendió a “trabajar noticias”.
En ese laboratorio ideó un nuevo concepto para televisión y que es su botón distintivo, al que llamó “En broma y en serio”, noticias serias comunicadas en broma, y las que son en broma dichas en serio.
Esta idea despertó el interés de Jochy Santos, quien le invitó a formar parte de su equipo, con el que permaneció los próximos cinco años.
Uno de sus sueños finalmente fue convertido en realidad cuando entró al programa “El Show del Mediodía”, hace cinco años. “Mi entrada sucedió en el momento en que menos me lo esperaba, y esto ha marcado un antes y un después en mi carrera”, dijo en su visita a este periódico.