Las historias de crímenes en la vida real están teniendo un momento interesante dentro de la industria cinematográfica, aunque rara vez han tenido una pausa, al público le encanta ver a la gente arrojar su moral y ética al viento, y sin violencia ni asesinato, esta película ha logrado convertirse en una de las historias de crímenes más interesantes de los últimos tiempos adaptadas a la pantalla grande. “Bad Education” es cautivadora, divertida y una de las actuaciones más absorbentes de Hugh Jackman en los últimos años.
Es a veces decepcionante que no siempre una película de este género te haga reír, ya que muchos de estos delincuentes de mala fama son muy graciosos, pero esta película es una de esas joyas que lo hará.
En 2004, el superintendente de escuelas públicas de Roslyn, Frank Tassone (Hugh Jackman), se vio en vuelto en el mayor escándalo de mal uso de fondos educativos en los Estados Unidos.
El largometraje no pretende definir entre sociopatía o egolatría, pero da la razón a ambas sospechas al exponer situaciones específicas y resaltar la capacidad de manipulación, a través de la simpatía o la presión.
La estafa o fraude ocurre fuera de las instalaciones de la escuela también, pero es al parecer menos importante. En cuanto a la película en sí, ofrece un escándalo inolvidable que ocurrió en una escuela que, con suerte, fue un llamado de atención para que el sistema fuese cambiado para que no vuelva a ocurrir lo mismo.
Pero antes de que nos presenten algo más, vemos el filme como una lección de cómo debemos educar a nuestros hijos para que aprendan a comportarse cuando son enviados a una sociedad llena de oportunidades que a veces no son positivas, y aprendan a no ponerle la mano a lo ajeno. Es mala educación. Al menos eso dice.