CARACAS.- El gobierno de Nicolás Maduro anunció la intervención y reestructuración de la paraestatal venezolana Corpoelec con miras a “mejorar” sus operaciones en medio de una serie de apagones que afectan al país sudamericano desde principios de marzo.
“Se ha decidido la intervención, reestructuración y modernización de la empresa Corpoelec”, anunció la vicepresidenta Delcy Rodríguez en una declaración difundida por la estatal Venezolana de Televisión.
La medida apunta a “atender la emergencia nacional eléctrica provocada por el ataque criminal contra el Sistema Eléctrico Nacional y sus servicios derivados, y al mismo tiempo la edificación de un nuevo sistema blindado frente a este tipo de ataques multiformes que ha sufrido el Sistema Eléctrico Nacional”.
Desde el 7 de marzo, cuando se registró el hasta ahora peor apagón de la historia venezolana, el gobierno de Maduro había denunciado que los cortes de energía son consecuencia de varias causas, desde “ataques electromagnéticos” dirigidos por Estados Unidos hasta un ataque con arma de fuego a una instalación eléctrica perpetrado por políticos locales de oposición.
El anuncio fue efectuado dos días después de que Maduro designara como nuevo ministro de Energía Eléctrica y presidente de Corpoelec a Igor Gavidia, un ingeniero eléctrico con 25 años de experiencia en el sector que en 2009 se desempeñó como presidente de EDELCA, la empresa estatal que entonces administraba el complejo hidroeléctrico del Guri. Éste se encuentra en el estado suroriental de Bolívar y aporta más del 60% de la energía que se consume en el país.
Gavidia, de 65 años, sustituyó al general Luis Motta Domínguez, que estuvo cuatro años en el cargo y enfrentaba fuertes críticas por las repetidas fallas eléctricas, particularmente en la provincia.
En febrero de 2017 la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, pidió en un voto de censura unánime la destitución de Motta por su presunta responsabilidad en la crisis eléctrica nacional y supuestos hechos de corrupción durante su gestión.
Maduro indicó el miércoles por la noche que su gobierno ha avanzado en la recuperación del sistema eléctrico, pero la situación sigue siendo delicada.
“No voy a engañar a nadie. La situación es grave, pero vamos paso a paso”, afirmó.
Los apagones, que aún continúan en algunas poblaciones, dejaron a millones de venezolanos sin servicio de agua, mientras que el servicio de internet y el de los teléfonos fijos y móviles es intermitente desde el 25 de marzo en los estados occidentales de Táchira, Trujillo y Zulia.
Corpoelec, creada en julio de 2007, tomó el control de casi una decena de empresas eléctricas públicas, entre ellas varias privadas, que fueron nacionalizadas -como Electricidad de Caracas C.A., vista como un modelo de eficiencia- por el antecesor y padre político de Maduro, el ahora fallecido Hugo Chávez, quien consideraba “estratégico” retomar el control del sector petrolero, del eléctrico y las siderúrgicas, entre otros, que fueron privatizados antes de su llegada al poder en 1999.
Los expertos sostienen que las fallas repetitivas son consecuencia de una administración corrupta e incapaz que se traduce en la falta de mantenimiento del sistema eléctrico nacional. Las instalaciones están casi en ruinas, particularmente las centrales termoeléctricas que otrora conformaban el sistema de respaldo en caso de una avería en la hidroeléctrica del Guri.
Las termoeléctricas sólo operan al 10% de su capacidad, de acuerdo con cifras de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines.