Estados Unidos e Irán se han enzarzado en un cruce de acusaciones tras el derribo de un dron de la Armada estadounidense por parte de la Guardia Revolucionaria iraní, una acción que Teherán atribuye a una violación de su espacio aéreo, acusación que fue rechazada ayer jueves por Washington.
El presidente Trump recurrió a su cuenta de Twitter para publicar un mensaje con tono amenazante: “¡Irán ha cometido un gran error!” Apenas unas horas más tarde, durante un encuentro en el Despacho Oval con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, Trump restó importancia al suceso y señaló que posiblemente se había tratado de un accidente.
“Me parece difícil creer que fuera intencionado. Creo que fue alguien imprudente y estúpido el que lo hizo”, afirmó el mandatario a los periodistas.
El Gobierno de Irán fue el primero en informar del incidente cuando, mediante un comunicado, los Guardianes de la Revolución anunciaron el derribo de la aeronave no tripulada, un MQ-4 Triton, cuando realizaba tareas de vigilancia.
Según la fuerza de élite iraní, el dron fue abatido con un misil tierra-aire cuando entró en su espacio aéreo en las primeras horas de ayer jueves y voló sobre la región de Koohe Mobarak, en la provincia meridional de Hormozgan.
El comandante en jefe de los Guardianes, Hosein Salamí, subrayó que el derribo del aparato supone “un mensaje decisivo y claro” para que EE.UU. respete “la integridad territorial, la seguridad nacional y los intereses vitales de Irán”.
Antecedentes
Donald Trump decidió retirar a su país del acuerdo nuclear con Irán de 2015, decisión que acompañó de la reanudación de las sanciones contra la República Islámica levantadas bajo el pacto.