Francia vive una ola de calor extremo con cuatro quintas partes del país en alerta, temperaturas récord y restricciones al tráfico por la contaminación en las áreas metropolitanas de París y Lyon, así como en Lille.
Météo France, que ha puesto en alerta naranja a 80 del centenar de departamentos del país, prevé que este miércoles por la tarde las temperaturas máximas se sitúen entre 36 y 42 grados, como ayer martes cuando ya se registraron varios récords históricos.
Así, se llegó hasta 42,1 grados en Brive la Gaillarde, 41,2 en Burdeos, 40,7 en Anger, 40,4 en Blois y 40,1 en Rennes.
Las mínimas en la noche del martes al miércoles se situaron en la mayor parte de los casos entre 20 y 25 grados, con picos de 26,8 en Lyon, 26,5 en Niza o 24,3 en París.
El día más caluroso de esta ola de calor, según los servicios meteorológicos, será mañana jueves, con temperaturas máximas por encima de los 40 grados en París (el récord actual data de 1947) o en el noreste. El viernes bajarán de forma espectacular por la llegada de un frente de tormentas en el oeste.
Ante los elevados niveles de contaminación por ozono, la llamada circulación diferenciada se activó en el área metropolitana de París y de Lyon desde el martes y se aplica desde este miércoles en Lille.
En París, sólo pueden circular los vehículos con etiquetas Crit’Air 0, 1 o 2, establecidos por sus volúmenes de emisiones, lo que cubre los eléctricos, los híbridos, así como los diesel y gasolina más recientes.
En la práctica, la interdicción en el perímetro de la autopista A86 entre las 5.30 y las 24.00 locales (entre las 3.30 y las 22.00 GMT) afecta a los automóviles diesel matriculados antes de enero de 2011 y a los de gasolina anteriores a enero de 2006, así como a los autobuses y camiones de gasóleo en servicio antes de enero de 2014.
La velocidad máxima se ha reducido en 20 kilómetros en las vías donde los límites habituales son de 130, 110 o 90 kilómetros por hora, y en 10 en las carreteras de 80 kilómetros por hora.